miércoles, 16 de septiembre de 2009

JADED HEART “Perfect Insanity”

(Frontiers / Mastertrax)

Desde que hace cinco años el vocalista sueco Johan Fahlberg sustituyera a Michael Bormann, el sonido de Jaded Heart ha ido endureciéndose y tomando mayor compacidad y contundencia con cada uno de sus sucesivos lanzamientos, desde “Helluva Time”, pasando por “Sinister Mind”, hasta llegar a este “Perfect Insanity”. Un disco poderoso, con gran pegada, tremendas guitarras y con unas líneas vocales melódicas y convincentes que hacen de éste un más que interesante trabajo. La voz de Fahlberg encaja como un guante dentro de las composiciones, con poderío y personalidad, junto a los buenos y trabajados riffs y solos de Pete Ostros, creando momentos intensos y potentes, en los que también tienen mucho que ver el trabajo de los experimentados Axel Kruse (batería) y Michael Muller (bajo), ambos únicos miembros originales del grupo que se mantienen desde sus inicios. El nivel de los temas en general es bastante similar, pero si tuviera que destacar alguno me quedaría con la poderosa y rotunda “Love Is A Killer” directa y llena de buenas guitarras que se encarga de abrir tras un curiosa y breve “Intro”; con la acelerada pelín power “Freedom Call” de guitarras muy heavies recordándome por momentos a sus paisanos Primal Fear con los que girarán en breve por toda Europa; con “Rising” más hard rockera y directa llena de coros melódicos y algo fiesteros que va engrandeciendo su dimensión a cada escucha; con la alegre y directa “Psycho Kiss” hard rock directo endurecido por sus guitarras; o con la final “Extermninated” de ritmo contagioso en la que se sale Fahlberg junto unos potentes y clásicos riffs de Ostros. El resto del disco no desmerece en absoluto, con cortes como “Fly Away” en el que destaca la labor del batería Axel Kruse junto a unos envolventes coros que acaban atrapándote, como sucede en “Blood Stained Lies” más heavy y algo histriónica, en el intenso medio tiempo “Tonight” más melódica en la que se dejan notar los teclados a modo de colchón de Henning Wanner que apenas aparece en todo el disco. También a medio tiempo nos ofrecen la densa “Hell Just Arrived” que se acaba alargando con bastante guitarreo, como le pasa a la más tendida de aires blues “Come To The Feast” en la que de nuevo aparecen Wanner con sus teclas redondeando un apasionado y profundo corte. Se completa el disco con la balada “One Life One Death”, cálida y sentida en la que destaca la voz de Fahlberg de nuevo junto a unos grandes coros y unos buenos arreglos de percusión. Colofón para este nuevo lanzamiento de una banda que, en mi opinión, ha sabido reorientar su carrera con acierto mezclando hard rock y heavy melódico con fuerza y clase para satisfacción de sus fans.
Mariano Palomo

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