martes, 5 de marzo de 2019

JORDAN RUDESS “Wired For Madness”


(Music Theories Recordings / Mascot Label Group)
Con el último trabajo de Dream Theater prácticamente recién salido del horno, su teclista Jordan Rudess pone en circulación apenas unas semanas después una nueva entrega en solitario para mayor goce de los seguidores de los sonidos progresivos de alto nivel. En este caso el talentoso instrumentista explora territorios más eclécticos y variados de los habituales con su banda madre, dejando menos protagonismo para los ataques metaleros, que también tienen su hueco, pero dejando que fluya una cascada de sensaciones que nos llevan del rock sinfónico, al jazz, pasando por el blues, la psicoldelia o la música clásica.
Un disco que podríamos partir en dos mitades, una primera a su vez dividida en dos partes bajo el mismo título del trabajo “Wired For Madness”, en las que durante más de media hora nos ofrece una cadena de genialidades enlazadas dentro de su intrincado desarrollo progresivo de su primer capítulo llenando de riqueza y matices con sus teclas sobrevolándolo todo con un gran Marco Minnemann (The Aristocrats) a la batería. Entre medias guiños swing con arreglos de viento, partes de piano jazz y momentos para la relajación en clave clásica, contrastando con algunos potentes aportes guitarreros, para cerrar casi doce minutos de orgía musical.
La segunda parte es más compleja y extensa, yéndose al doble de duración, comenzando por un relajado inicio de sintetizadores espaciales acompañados de una profunda voz casi recitante, pasando a orquestaciones poderosas, detalles humorísticos y circenses, atmósferas jazz-new age, engolados requiebros rítmicos, delicadas aportaciones femeninas a la voz y de nuevo ligeros guiños swing terminando con una dinámica serie de armonías a contratiempo. Una señora marcianada, llena de calidad pero difícilmente asimilable de una sentada.
Una vez superada esta primera mitad del disco, nos encontramos con piezas más asequibles, comenzando por el envolvente medio tiempo “Off The Ground” en el que una suave voz masculina acaricia entre bonitas melodías de teclados y guitarra junto a una bonita percusión llovida, recordándome a los Asia de la etapa con Guthrie Govan a la guitarra que participa en este trabajo. Mete más carga sintetizada con “Drop Twist”, una instrumental llena de efectos cibernéticos en clave prog-experimental, que se prolonga en la futurista y ultra técnica “Perpetual Shine” más enrevesada y con mucha presencia de bajo dándole un punto más jazzie.
Cambio de tercio radical con “Just Can’t Win”, un corte sorprendente de aires blues crooner con la participación de Joe Bonamassa metiéndole un punto de encanto y arrogancia en su profunda voz y con un solo de guitarra que se cuela entre los sintetizadores de Rudess quedando de lo más original y sugerente. Baja notablemente el ritmo en la melancólica “Just For Today” una vez más con una voz grave, en este caso creo que de James LaBrie (Dream Theater), rodeada de discretas y delicadas notas de piano, quedando tristona y algo plana, pero también bella y emotiva subiendo de intensidad en su parte final.
Para el cierre se recupera el pulso más progresivo con “Why I Dream”, con ritmos jazzies en su base, con la voz en tonos medios e intensos doblándose en alguna estrofa creando una dinámica evolución que desemboca en momentos que rozan la psicodelia creando un intenso duelo de piano, sintetizadores y guitarras, donde muy probablemente estarán involucrados Vinnie Moore (UFO) y/o John Petrucci (Dream Theater) que aparecen en la nota de prensa nombrados entre los invitados pero sin especificar en qué temas.
Cierre de nivel, para un disco de nivel, pero que conviene degustar poco a poco, de la mano de uno de los nombres más ilustres del rock progresivo mundial. No iniciados tómenselo con calma.
Mariano Palomo

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