jueves, 20 de diciembre de 2018

ARWEN “The Soul’s Sentence”


(Autoeditado)
Se han hecho de rogar, pero la espera ha merecido la pena. Tras casi tres lustros desde la publicación de su anterior entrega y después de algunos inevitables cambios en su formación, los madrileños Arwen vuelven a escena con un nuevo y fantástico trabajo. Un disco que lleva madurándose desde hace cuatro largos años debido a la apretada agenda de los dos principales responsables de su gestación, José Garrido (voz y guitarra) y Dani Melián (bajo y voces). Ambos se han encargado también de la producción, mezcla y grabación, y junto a Nacho Arriaga (batería), Javi Díez (teclados), y al recientemente incorporado Gonzalo Alfageme (guitarra), han dado forma a una decena de brillantes composiciones, además de una competente versión.

Lejos quedan ya unos comienzos básicamente power metaleros con sus referencias mitológicas y fantásticas en su primer trabajo “Memories of a Dream”, para ir evolucionando con elementos progresivos en su segunda obra “Illusions”, y dar el salto definitivo ahora con este “The Soul’s Sentence” en el que enriquecen enormemente su propuesta con infinidad de matices mostrando una madurez y poderío tremendos. Todo suena muy bien, técnicamente impoluto, dinámico y sólido, sin dejar nada al azar, mostrando un enorme trabajo de estudio al servicio de un variado abanico de temas.

Comenzando por “Hollow Days”, un corte que recuerda ligeramente a su primera etapa por sus arreglos fantásticos dentro de una base bastante power, pero con un giro más agresivo y actual en las afinaciones con las guitarras rasgando con fuerza, con la colaboración de Alex Skorza (Silver Fist) metiendo un segundo solo sobre una sólida base de bajo y batería, dejando la parte más melódica a la voz de José que lo hace realmente bien a lo largo de todo el disco. Siguen seduciéndonos con la insinuante de aires árabes “Torn From Home” salpicada de sonidos de sitar que adornan algunas agresivas y dramatizadas interpretaciones vocales que contrastan también con una conseguida melodía de guitarras.

Continúan con la poderosa y matizada “Us Or Them” de cuidada melodía vocal con un ligero aire teatral que se desarrolla sobre guitarras afiladas que se aceleran por momentos para rozar el thrash dentro de un sonido actual y pulido, contando con la participación del vocalista Valen Domínguez (Sinaia). Sin salir de este sonido meten algún elemento más progresivo, sobre todo el bajo de Dani, en “The Void”, un tema desarrollado con gusto brillando las melodías de voz y los furibundos ataques guitarreros de José y Gonzalo.

Se acentúan los tintes progresivos en los cambios de ritmo de “When The World Doesn’t Matter” que comienza atemperado para ir cogiendo velocidad y fuerza con una tremenda interpretación vocal llena de pasión que resalta junta a la exhibición de técnica y pegada de Nacho a la batería, un tema muy Angra que seguro que gustará a los seguidores de los brasileños. Más tranquila pero en absoluto menos intensa aparece “Endless Burden”, de marcado tono intimista en sus melodías de voz con la participación de J. Vega (Beyond) doblando en algunas partes a José, y con unos bonitos arreglos de teclados y acústicos rodeando sus elegantes guitarras.

Siguen sorprendiéndonos con “Beyond Pain” que comienza agresiva y arrolladora para ir matizándose con fases de slap de bajo casi funkies entre riffs pesados y buenas melodías de voz quedando de lo más original coronada por un gran solo de guitarra. Vuelven a terrenos más power sinfónicos a lo Kamelot con “My Worst Self”, dotada de una magnífica ambientación teatral envolviendo su rotunda y técnica instrumentación junto a la que lucen las voces de José y de Miguel Rocha (Boyd, Gauntlet) creando una intensa alternancia de armonías, sin olvidarnos de las guitarras.

Unas guitarras que toman más protagonismo junto a los teclados en la tremendamente expresiva “Crying Blood”, metal progresivo actual de altura con delicados retazos lentos pero sin perder intensidad en ningún momento, para relajarse mucho más en “Our Chance” de base acústica inicial sobre la que se desarrolla un precioso y apasionado dueto vocal entre José y Mamen Castaño (ex Arwen) antes de dar paso otro magnífico solo de guitarra.

El broche lo pone una ligeramente metalizada y bastante fiel versión de “You Know My Name” del tristemente desaparecido Chris Cornell (Soundgarden, Audioslave), para redondear un gran disco que nos devuelve a una banda que siempre me ha parecido de lo mejorcito que hemos tenido en su género por aquí.

Mariano Palomo

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