lunes, 5 de noviembre de 2018

TIMELESS “Illusions of a Broken Mind”


(The Fish Factory)




Desde tierras barcelonesas llega a nuestras manos el primer larga duración de Timeless. Un quinteto que el pasado año 2017 ya lanzó un primer EP bajo el título de “Vol. 0” y que ahora conocemos con esta primera entrega completa en estudio donde encontramos diez cortes de elaborado y preciso metal progresivo.

Comenzando por la intro “Illusions” que a golpe de tétrica campana da paso a “Sacred Names” un tema sombrío y algo denso en su ambientación pero nítido en su sonido, con un marcado peso de las guitarras de Andrés Velarde y Javier León, este último también encargado de la producción del disco. Por su parte el cantante Héctor Llauradó empieza a mostrar su versátil muestrario de tonalidades vocales, ásperas y agresivas por momentos, para pasar a ser más relajadas y melódicas en otros. Todo esto sobre la precisa y rotunda base rítmica formada por el batería Jordi Jiménez y el bajista Oscar Ortega.

Continúan más o menos por la misma senda pesada y potente con “A Perfect Mind”, aunque resultando más directa y dinámica en sus cortes rítmicos subiendo tonos y velocidad en algunos tramos que llegan con una buena pegada tanto vocal como instrumental, volviendo a relajarse en el comienzo de la trabajada “America Psycho” marcada por una expresiva y descarnada interpretación vocal de Héctor sobre los sólidos cimientos rítmicos de Jordi y Oscar, además de por los interesantes dibujos de guitarra que aportan Andrés y Javier.

Meten un punto inquietante en “Dreamlike”, donde participa como invitado el vocalista Javi Gianno (Cyan Bloodbane) creando una lograda ambientación dramatizada entre rupturas rítmicas que recuerda a los americanos Symphony X, al igual que en la más extensa “F44.81”, de nuevo con descarnados tintes teatrales y dramáticos para ejecutar sus elaborados desarrollos melódicos durante más de siete minutos dando muestra de su capacidad instrumental. Más heavies, pero sin dejar de tener el acento progresivo, se muestran en la atemperada “Believers of the Silent Moon”, otro buen corte del álbum.

Algo menos me ha seducido la pesada “Point of no Return” a pesar de contar con la voz de Elisa C. Martín (Hamka, ex Dark Moor) que deja constancia de su tremenda capacidad interpretativa encajando perfectamente con los miembros de la banda dentro de su densa cadencia entre la que asoman sus melodías de voz y guitarra, sobre todo en su acelerada parte final. Tampoco ha terminado de convencerme la agresiva “Wings of Hell”, muy machacona en su base, y algo más brillante en sus riffs y acordes de guitarra, y donde también pone su voz Sergio Bermúdez (Lyra Mortem).

El cierre lo pone “Swimming to my Heaven” el corte más extenso del trabajo que en sus diez minutos de duración ofrece lo mejor instrumentalmente de la banda, con un suave inicio para ir endureciéndose paulatinamente, con algún cambio de ritmo más acelerado pero sin salir del medio tiempo en general recordando a los mejores tiempos de Queensryche o Fates Warning, con una muy buena interpretación vocal por parte de Héctor, y con un brillante solo de guitarra del invitado Alberto Román (Amadeus).

Interesante final para un buen disco que nos descubre a otra buena formación de metal progresivo de nuestro país.

Mariano Palomo

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