jueves, 23 de marzo de 2017

WOLFPAKK “Wolves Reign”


(AFM Records)
El proyecto de metal melódico liderado por Michael Voss (Mad Max, Casanova, Bonfire) y Mark Sweeney (Crystal Ball) sigue dando jugosos frutos en forma de lanzamientos discográficos. Una vez más el dúo centroeuropeo vuelve a rodearse de un ingente número de colaboradores de gran nivel para completar otro interesante e intenso trabajo, cuarto ya bajo la denominación Wolfpakk, en el que los sonidos más afilados y poderosos maridan acertadamente con las cuidadas melodías a las que nos tienen acostumbrados sus creadores.
Así nos encontramos desde el heavy metal épico rozando el power hasta heavy rock más clásico, pasando por momentos baladísticos, todo ello ejecutado con una brillante compacidad sobre la que se dejan notar las manos y voces de los numerosos invitados que participan en los once cortes que formas este “Wolves Reign”. Ponernos ahora a enumerar a todos y cada uno de ellos podría hacerse muy pesado, nombraré más adelante a los que más claramente marcan alguno de los temas, pero por citar algunos indicar que participan músicos del nivel de Tony Harnell (TNT), Clauss Lessmann (Phantom V, Bonfire), Rudy Sarzo (Ozzy, Whitesnake), Brad Gillis (Night Ranger), o George Lynch (Dokken), entre otros.
La apertura con “Falling” empieza a atraparnos con sus guitarras poderosas y afiladas a un ritmo alto que se matiza con unas amortiguadas teclas bajo la engolada voz de Voss a la que acompañan unos coros épicos haciendo que en su conjunto me recuerde a Axel Rudi Pell. Mayor crudeza e inmediatez en la ágil “Run All Night”, pegadiza y melódica con aportes punzantes y matices dramáticos en sus voces, de nuevo con los coros y las teclas dándole un ligero barniz épico.
Cambio de registro para la guerrera de inspiración india americana “Blood Brothers” en la que junto a Voss se nota sobremanera la participación del gran Biff Byford en un corte hecho a su medida que suena bastante a los Saxon de los últimos años, con su estribillo coreado y sus ambientaciones tribales de los nativos norteamericanos sobre una sólida base heavy metalera y junto a unas incisivas guitarras dobladas. Baja el ritmo y se densifica un tanto el sonido en la más extensa “Wolves Reign” que se desarrolla cadenciosa con la voz de Sweeney sobresaliendo entre una instrumentación algo opaca y envolvente con las teclas marcadas.
Vuelta al heavy épico con “No Remorse” corte de trabajadas guitarras melódicas y base power con detalles de teclas orquestales completados por marciales golpes de voz y buenas combinaciones armónicas, un poco a lo Gamma Ray. Cambio de onda con “Inside The Animal Mind” más directa y algo desparramada en su ritmo pero tremendamente contagiosa por su estribillo coreado y su poderosa pegada desde los tambores, con un toque suciete y hard rockero pero con un sonido que sigue siendo muy heavy, un poco a lo Accept sobre todo por sus coros. Esta misma línea de heavy rock alemán clásico la encontramos también en la final “I’m Onto You” guitarras duras, ritmo alto y marcado, estribillo claro, voces potentes y melódicas, una de ellas más aguardentosa, y solo de guitarra de nivel, eficacia germana de manual.
Antes intensidad a gran ritmo con “Scream of the Hawk” que corre sobre un intenso riff central que se te mete en la cabeza con otra currada e intensa alternancia vocal para darle color a su base power algo machacona antes de llegar a un estribillo de tintes helloweenescos que se también se queda con facilidad. Vuelta de tuerca más épica y pomposa con “The 10 Commandments” donde me llaman la atención los contrastes de sonidos con algunos tonos vocales muy A.O.R. de Voss frente a su incisiva instrumentación power metalera pero tremendamente cuidada y melódica.
Se completa el disco con dos temas más pausados y tranquilos aunque completamente distintos. El primero de ellos “Mother Earth” es una extensa y envolvente pieza de trabajada instrumentación llena de matices y donde resalta la siempre expresiva y personal voz de Ronnie Atkins (Pretty Maids) dando réplica a las de Voss y Sweeney completadas por unos coreos femeninos de inspiración árabe creando una evocadora e intensa ambientación con un ligero acelerón incluido en su parte final para que brillen las guitarras. El tema que nos falta es la romántica balada “Tomorrowland” con las voces, incluida la de Danny Vaughn (Tyketto), como principales activos, amén de un bonito solo de guitarra y unos pertinentes toques de piano, no descubre gran cosa pero resulta muy agradable.
Buen disco una vez más de este talentoso dúo alemán que ha sabido rodearse de buenísimos colaboradores para facturarlo a un gran nivel.
Mariano Palomo

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