(SPV / Mastertrax)
Pues otra vez los que utilizan el nombre de Helloween vuelven a las andadas. El penúltimo intento de sacar tajada de un pasado que lleva 20 años muerto y enterrado, pero del que siguen viviendo tanto si quieren reconocerlo como si no. De las 13 canciones que aparecen regrabadas en este recopilatorio de aniversario, ocho pertenecen a los dos “Keepers”. No hay más que decir. La verdad es que, con todas las connotaciones negativas que queramos, es un disco que merece la pena escuchar. Y más de una vez, porque el sentimiento inicial que te viene con el primer corte, es de rechazo. Sólo a un demente se le puede ocurrir transformar en Jazz “Dr. Stein”. Sin embargo, cuando le das otra oportunidad, ves que resulta audible y todo. Porque esa es la idea de este CD. No se trataba de volver a grabar las canciones antiguas con la formación actual y ya está, sino de metamorfosearlas, de llevarlas por derroteros ajenos a rock, de darles la vuelta y a veces dejarla irreconocibles salvo por la letra. Y para aderezar más la cosa, una auténtica muchedumbre de músicos invitados, muy especialmente la Orquesta Sinfónica de Praga, que aparece en dos de los cortes. El resultado es desigual. Por ejemplo, “Future World” en plan acústico conservando en gran medida la caña original, queda resultona. En cambio, convertir las aceleradas “Where The Rain Grows” o “Eagle Fly Free”en baladas acústicas despista bastante. En este trabajo es imposible hacer una crítica objetiva, a cada uno le gustarán unas canciones y otras no, o puede que todas, o puede que ninguna. Aunque creo que habrá pocos que no prefieran las originales. En mi opinión, lo más interesante es “The Keeper´s Trilogy”, un medley en el que aparecen los tres temas largos de los tres “Keepers”, en orden cronológico. Con los arreglos de la orquesta que ya hemos mencionado, el conjunto es espectacular, majestuoso, tremendo. Una pasada. También es destacable la aportación del coro infantil en “I Want Out”, recuerda un poco a “They Want War” de Accept. Pero, en todo caso, insisto, lo más probable es que las opiniones de quienes escuchen este disco sean totalmente dispares. Probablemente sí estemos todos de acuerdo en que la más parecida al original es “Perfect Gentleman”, pero puede que ni en eso.
Pues otra vez los que utilizan el nombre de Helloween vuelven a las andadas. El penúltimo intento de sacar tajada de un pasado que lleva 20 años muerto y enterrado, pero del que siguen viviendo tanto si quieren reconocerlo como si no. De las 13 canciones que aparecen regrabadas en este recopilatorio de aniversario, ocho pertenecen a los dos “Keepers”. No hay más que decir. La verdad es que, con todas las connotaciones negativas que queramos, es un disco que merece la pena escuchar. Y más de una vez, porque el sentimiento inicial que te viene con el primer corte, es de rechazo. Sólo a un demente se le puede ocurrir transformar en Jazz “Dr. Stein”. Sin embargo, cuando le das otra oportunidad, ves que resulta audible y todo. Porque esa es la idea de este CD. No se trataba de volver a grabar las canciones antiguas con la formación actual y ya está, sino de metamorfosearlas, de llevarlas por derroteros ajenos a rock, de darles la vuelta y a veces dejarla irreconocibles salvo por la letra. Y para aderezar más la cosa, una auténtica muchedumbre de músicos invitados, muy especialmente la Orquesta Sinfónica de Praga, que aparece en dos de los cortes. El resultado es desigual. Por ejemplo, “Future World” en plan acústico conservando en gran medida la caña original, queda resultona. En cambio, convertir las aceleradas “Where The Rain Grows” o “Eagle Fly Free”en baladas acústicas despista bastante. En este trabajo es imposible hacer una crítica objetiva, a cada uno le gustarán unas canciones y otras no, o puede que todas, o puede que ninguna. Aunque creo que habrá pocos que no prefieran las originales. En mi opinión, lo más interesante es “The Keeper´s Trilogy”, un medley en el que aparecen los tres temas largos de los tres “Keepers”, en orden cronológico. Con los arreglos de la orquesta que ya hemos mencionado, el conjunto es espectacular, majestuoso, tremendo. Una pasada. También es destacable la aportación del coro infantil en “I Want Out”, recuerda un poco a “They Want War” de Accept. Pero, en todo caso, insisto, lo más probable es que las opiniones de quienes escuchen este disco sean totalmente dispares. Probablemente sí estemos todos de acuerdo en que la más parecida al original es “Perfect Gentleman”, pero puede que ni en eso.Nacho Jordán
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