lunes, 23 de agosto de 2010

MICHAEL KISKE – AMANDA SOMERVILLE “Kiske – Somerville”

(Frontiers / Mastertrax)

Cuando dos de las voces más destacadas del panorama metalero o hard rockero unen sus fuerzas, y además se hacen acompañar de músicos de primer nivel, lo normal es que salga a la luz una obra del calibre de la que nos ocupa. A estas alturas nadie va a descubrir a Michael Kiske, la voz de los “Keepers” que a pesar de sus bandazos y devaneos extraños, vuelve a mostrar su mejor nivel vocal haciendo lo que mejor sabe hacer en este buen trabajo de heavy melódico, junto a la norteamericana Amanda Somerville, menos conocida pero ya con un extenso currículo participando en proyectos del nivel de Avantasia, Aina, Kamelot o Epica. Y en cierto modo este disco me resulta una especie de Avantasia en pequeño, para entendernos, con menos participantes, menos extensión, pero con el mismo espíritu de juegos de voces, aunque sólo sean dos en este caso, con ese aire lírico y teatral y que una buena base instrumental en la que mucho tienen que ver los Primal Fear Matt Sinner al bajo y el experimentado guitarrista sueco Magnus Karlsson, junto al también guitarrista de After Forever Sander Gommans, al batería Rami Ali y al teclista Jimmy Kresic. Se abre el disco a ritmo de heavy power melódico con “Nothing Left To Say” con Kiske copando prácticamente las tareas vocales en su estilo clásico acompañado por Amanda en los coros, para tomar esta más protagonismo a continuación en la misteriosa y algo gótica “Silence” de ritmo cortado y pesado. Vuelve el ritmo alegre a lo Helloween (qué ironía) con la guitarrera “If I Had A Wish” de base marcada y buen solo de guitarra muy melódico y currado, alternando las voces con acierto, densificándose en la más opaca y pesada “Arise” con partes vocales compartidas más agresivas. La parte más romántica del disco la encontramos en la lenta “End Of The Road”, para romper seguidamente con la dinámica hard rockera “Don’t Walk Away” otra de las destacadas que recuerda a Place Vendome y en la que Kiske se sale. Vuelve la tranquilidad en la más lírica con “A Thousand Suns” en la que Amanda toma las riendas con su potente voz junto a unas trabajadas guitarras, que se muestran más sencillas en la más heavy “Rain” con su buen estribillo a dúo, para regresar a los sonidos más relajados con la intensa “One Night Burning” con las dos voces arriba junto a un destacado trabajo de piano. En la inquietante y pomposa “Devil In Her Heart” se explayan y muestran su vena más teatral y misteriosa con las guitarras barrocas de Karlsson junto a los arreglos orquestales y por supuesto a las voces de Kiske y Somerville que marcan el desarrollo del tema. Este buen trabajo vocal queda patente también en los cruces y duetos del medio tiempo “Second Chance” lleno de melodía e intensas guitarras, que se endurecen y rasgan en la final “Set A Fire” que aparece a modo de bonus track con su ritmo pesado y con las voces más potentes. Cierre correcto para un interesante compendio de composiciones que nos devuelve a Kiske en su mejor nivel y nos redescubre a Amanda Somerville como una de las voces femeninas de mayor proyección en la actualidad.
Mariano Palomo

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