(Frontiers / Mastertrax)
Después de disfrutar como un
enano hace menos de un mes de una nueva exhibición en directo de la máquina de
hacer hard rock que son Tesla, mis
ganas de echarme a la oreja su nuevo trabajo aumentaron aún más si cabe. Y una
vez repasado ampliamente, creo que esas ganas estaban más que justificadas y
ahora satisfechas, de nuevo han vuelto a hacerlo, tremendo trabajo el que ha facturado
el quinteto de Sacramento.
Sonando con su esencia de siempre
pero en absoluto caducos, con su rotundidad, clase y saber hacer originales que
les han convertido por derecho propio después de casi treinta años de carrera
en una de mis bandas de cabecera, aun habiendo pasado alguna etapa que me
resultó menos atractiva, pero siempre manteniendo un buen nivel. Nivel que
prácticamente alcanza al de sus primeras y mágicas entregas con este “Simplicity”, convirtiéndolo en el disco
que más me ha calado de la banda desde “Psychotic
Supper”.
Las razones por las que me ha
enganchado tanto seguramente tengan que ver con esa mágica mezcla de sonidos
acústicos y eléctricos que Tesla
saben alear como nadie, con un trabajo de guitarras estratosférico de Frank Hannon y Dave Rude, sencillamente magistrales a lo largo y ancho de todo el
álbum. Tampoco se quedan atrás Brian
Wheat y Troy Luccketta que
siguen formando una de las mejores bases rítmicas del panorama, y por supuesto
un Jeff Keith que creo que está en
uno de sus mejores momentos vocales, con ese registro rasgado y potente
absolutamente inconfundible, pero además mostrando unos matices melódicos más
que interesantes.
Los dos primeros temas del disco
ya los teníamos controlados por haber sido adelantados en sus conciertos, ambos
ya nos gustaron en directo y aún más lo han hecho en estudio. “Mp3” muy rítmico
con una cadencia pesada a lo “Mistreaded” pero aligerada por un rasgueo
acústico que aporta un detalle especial junto a su reiterado estribillo. El
otro tema ya escuchado “Ricochet” me parece todavía mejor, con un rollo UFO-Schenker en sus guitarras
absolutamente genial empastando con su ritmo y estribillo quedón que te hace
mover quieras o no, buenísimo, y eso que en vivo no me llamó tanto la atención,
estaría despistado.
Esa misma línea alegre la
encontramos en “Cross My Heart” que es puro Tesla de los inicios, medio tiempo todo rollo y encanto con
pinceladas de piano y rasgueos acústicos de esos que te alegran el día, al
igual que la más eléctrica y sureña “Flip Side” con un fantástico toque de
armónica alternando con el arrastre de los dedos de Hannon y Rude sobre las
cuerdas de sus guitarras.
Más cañeros marcando pegada y
distorsión, nos dejan la enérgica “Break Of Dawn” con unas segundas voces
rítmicas encajando con precisión en su ritmo venenoso, la más reposada “Sympathy”
que aunque comienza suave y no acelera demasiado acaba por envolver con
potentes riffs que cortan el aguardentoso tono vocal de J.K. que atrapa, como en la más densa de frenético final “Time Bomb”
cuyo oscuro sonido de guitarras se ve compensado por unos aportes vocales más
nítidos.
Esa penumbra se cierne sinuosamente
sobre en la áspera pero clara “Rise And Fall” más melódica en coros y guitarras
con unos buenísimos arreglos, pero algo pesada en su tempo, algo que sucede
también aunque en menor medida con “So Divine” en la que la voz de J.K. lleva el peso dejando alguna pausa
para el lucimiento electro-acústico de los hachas de la banda, explayándose en
esta faceta en el medio tiempo “Burn Out To Fade” enérgico y seductor corte
salpicado de sonidos slide y que repiten en versión demo a modo de tema extra.
Un terreno este de los medios
tiempos y las baladas que siguen dominando como pocos, y buena muestra de ello
son cortes como “Honestly” espectacular con un aire atormentado en su
estribillo llenándola de sentimiento dentro de una ejecutoria tranquila pero llena
de electricidad, que se aligera en la hogareña “Other Than Me” que uno se
imagina perfectamente escuchándola delante de una chimenea en buena compañía,
como “Life Is A River” decorada por otro gran solo de guitarra, completándose
el disco con la acústica “Till That Day” más flojita y plana, pero con el
encanto que habitualmente imprime el grupo a sus composiciones.
En definitiva, otro señor disco
de una señora banda que sin renunciar a sus principios y raíces, sigue
demostrando su clase y calidad después de tantos años. “No Machines”
Mariano Palomo
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