martes, 27 de mayo de 2014

NIGHTMARE “The Aftermath”

 (AFM)
 
Esta banda francesa es prácticamente desconocida en nuestro país, y por eso nos hemos sorprendido al enterarnos de que su trayectoria arrancó hace más de 30 años, en plena efervescencia mundial del heavy metal. Este es su noveno disco de larga duración, si no contamos recopilatorios ni directos. El hecho que a finales de los 80 sufrieran un parón que duró más de una década, no desmerece que hayan sabido mantenerse durante tanto tiempo en activo. Aunque no hemos tenido ocasión de escuchar sus primeros trabajos, resulta del todo evidente que se reciclaron y se apuntaron al power metal, cosa nada difícil dado que este estilo no es sino la evolución natural del heavy ochenteno.
El mayor punto débil de Nightmare es precisamente su nombre, porque ha habido y sigue habiendo en varios países unos cuantos grupos que se llaman igual. A su favor tienen su propia música, que no es poco. No se complican la vida con discos interminables que se terminan haciendo pesados, ni con canciones largas y aburridas. Por el contrario, sus composiciones son relativamente cortas, pues la más extensa no llega a los seis minutos.
Aparte de la intro homónima,“The Aftermath” contiene diez temas. El primero de ellos, “Bringers of a No Man's Land”, rápido y cañero, es perfecto para abrir el trabajo. La majestuosa y un poco más pausada “Forbidden Tribe”, mantiene bien el listón. “Necromancer” recupera la velocidad y tiene algún elemento más alternativo. “Invoking Demons” es un excelente medio tiempo cuyo toque de originalidad consiste en una introducción de minuto y medio (de un total de apenas cinco) que hace que al principio termines pensando que se trata de un instrumental. “I Am Inmortal” es de las más flojas. Un estribillo demasiado largo no ayuda mucho. El comienzo de “Digital DNA” rompe la monotonía con unas voces que imitan a las de las tendencias extremas. Pero en general tampoco es de lo mejor del disco.
Tras tres cortes relativamente pausados, “Ghost In The Mirror” recupera la velocidad con un arranque muy cañero. Es una de las mejores. “The Bridge Is Burning” es quizá la más experimental, con unos cuantas variaciones de ritmo e introducción de elementos orquestales. “Misión For God” es también de las mejores, salvo algún extraño cambio brusco que corta el ritmo de la canción. La última es “Alone In The Distance”, la cual, aunque no es especialmente buena, la salva un excelente estribillo. Procuraremos estar más pendientes de la trayectoria de Nightmare de ahora en adelante.
Nacho Jordán

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