martes, 27 de marzo de 2018

RON KEEL “Metal Cowboy: Reloaded”


(EMP Outlaw / EMP Label Group)
Cuatro años después publicación del notable álbum “Streets of Rock and Roll” (2010) con el que la banda norteamericana Keel confirmaba su regreso tras más de una década de silencio discográfico, su líder, cantante y guitarrista Ron Keel, publicaba bajo su nombre y de forma casi clandestina un interesante disco en el que mezclaba con acierto el hard ochentero de su banda con sonidos country y sureños. Aquel disco se ve ahora rescatado del anonimato y bajo el título de “Metal Cowboy: Reloaded” vuelve a ponerse a disposición del gran público con mínimas variaciones en su contenido, remezclado y remasterizado.
Para este trabajo Ron contó con músicos ajenos a Keel, la banda, desconocidos para los seguidores del hard rock, pero que a la vista del resultado obtenido, muestran un nivel más que competente, amén de la colaboración de algunas figuras ilustres del género como el bajista y teclista Ronnie Mancuso (Beggars & Thieves, Red Dragon Cartel, Vanila Fudge), el batería Mike Vanderhule (Y&T) o el enorme guitarrista Frank Hannon (Tesla). Entre todos ellos logran redondear una docena de buenos temas, brillantes por momentos, en los que con una sólida base rítmica hard nos dejan un variado y atractivo muestrario de detalles. Comenzando por la potente pegada de la inicial “My Bad” llena de guitarras de alto octanaje salpicadas por atemperados detalles de banjo para darle un ligero toque country, que también aparece en la más sureña “The Last Ride” con el dobro de Travis Troy dando réplica a la poderosa ejecutoria de Ron a la voz y a la guitarra junto a Keith Robert.
Aunque para esencia puramente country sureña la que destila la entrañable “Just Like Tennessee” precioso tema en el que el sentimiento aflora con sonidos de Steel pedal, dobro y acústicas rodeando su preciosa y potente melodía vocal, que se rasga y endurece para interpretar la más cañera “Dead Man Rockin’” dotada de unos buenos coros que rompen en su claro estribillo, para volver luego a sonidos hard sureños a lo Lynyrd Skynyrd-Molly Hatchet con la vibrante “What Would Skynyrd Do” donde las guitarras de Hannon y Ron se alean con el piano de Joe Spraker y las voces de las Cowgirls (Carol Lynn Liddel y Renne Keel).
Nuevo momento country total con la lenta y polvorienta “Singers, Hookers & Thieves” marcada por el aguardentoso dueto que se marcan Ron y Paul Shortino (King Kobra, Rough Cutt, Quiet Riot) rodeado de delicados sonidos de piano y dobro, llegando después al corte más hard melódico del disco, “Wild Forever”, magnífico en su ritmo ligero que engancha con limpios golpes de guitarra y voz, claro y sencillo, con un estribillo ganador que entra a la primera. Vuelta a la senda sureña con la poderosa “The Cowboy Road” de voz desafiante junto a unas guitarras con peso y suciedad justa, arrastrada pero nítida, de nuevo con Hannon sobresaliente explayándose con un acelerado repunte rítmico final mostrando su enorme talla como instrumentista.
Se atempera el ritmo con “When Love Goes Down” más relajada en su desarrollo pero tremendamente intensa en su interpretación brillando sus sugerentes coros doblando la áspera voz de Ron, que sigue arrastrándose y golpeando en la vacilona “Evil, Wicked, Mean & Nasty” con un estribillo hard ochentero que repunta entre unas trabajadas guitarras completadas por unos guapos toques de armónica a cargo de Louie Merlino para darle el matiz diferencial.
Se cierra prácticamente el disco con la enérgica “Long Gone Bad” hard de ritmo alto con un aire pantanoso que engancha con facilidad con ligeros aportes de dobro, para desnudarse luego con la gamberra red neck “Three Chord Drinkin’ Song” grabada en directo en el estudio, que bien podía ser un bar, con un sonido maquetero y que refleja el divertido rato que se pasaron tocándola quedando bastante curiosa.
Original final para este buen disco en el que Ron Keel y sus acompañantes nos ofrecen una hora de entretenido y variado hard sureño.
Mariano Palomo