jueves, 25 de mayo de 2017

ROYAL HUNT “2016”


(Frontiers Music)
Royal Hunt siguen con la costumbre de ofrecernos cada cierto tiempo un disco en directo, teniendo todavía reciente su último lanzamiento en vivo “Cargo” publicado el año pasado. Este nuevo “2016” tiene el aliciente de registrar un show de la gira en la que se conmemoraba el vigesimoquinto aniversario del grupo, concretamente el que se celebró en el Izvestiya Hall de Moscú. Como suele suceder con estos directos aparecen tanto en formato CD como DVD, pero como nosotros solo tenemos la versión de audio esta será en la que nos centremos.
Además este nuevo disco sirve para que los que estuvimos presentes en algún concierto de aquella gira podamos recordarla ya que prácticamente calcan el repertorio, al menos del que tuve la oportunidad de presenciar en marzo del año pasado en la Sala Changó de Madrid. Comenzando con la habitual y poderosa instrumental “Martial Arts” que con su barroquismo sinfónico nos lleva hasta la pomposidad de “River Of Pain” con la voz de DC Cooper engolada entre las misteriosas teclas de André Andersen, la rotunda pegada de Andreas Johanson bien secundada al bajo por el pluriempleado Andreas Passmark, y la guitarra más discreta de Jonas Larsen. Un Larsen que toma más protagonismo en la intensa “One Minute Left To Live” dejando un virtuoso y melódico solo compartiendo primeros planos con las teclas dramatizadas de Andersen que sobresalen entre unas voces muy naturales pero donde echo de menos, como a lo largo de todo el directo, los coros femeninos que solían acompañar a la banda.
Tras esta primera andanada, tiempo para la bienvenida y el saludo al público que acompaña palmeando el comienzo coral de “Army Of Slaves” una de las más hard rockeras y directas del disco con una gran melodía vocal llegando arriba con su estribillo ganador y una original aportación guitarrera que se afila en la dinámica “Lies” que suena realmente potente con unos cuidados detalles progresivos entre los que se cuela la voz en tonos medios y bajos de Cooper, una voz que sube poderosa en la fantástica “Wasted Time” heavy melódico de altura donde las teclas de Andersen quedan más tímidas de lo habitual en este tema.
Después de dos minutos de prescindible charla continúan con “Heart On a Platter”, primero de los tres temas casi seguidos que aparecen del disco que se supone que iban presentando “Devil’s Dozen” (2015), en el que van entrelazándose la guitarra y los teclados de forma algo tenue con los tonos medios de las voces, resultando luego mucho rotundos con “Flight” acompañando las palmas del público los redobles de batería de Johansson antes de la irrupción de las barrocas teclas de Andersen, y de unos coros que de nuevo se quedan algo cortos, dejando protagonismo a la profunda voz de Cooper junto al piano en el inicio de “May You Never (Walk Alone)” que rompe rotunda y melódica matizando su ritmo durante su desarrollo llegando un orgánico solo de Andersen con sonidos espaciales replicado por otro más duro y breve de Larsen.
Baja el ritmo y aparecen de nuevo el piano y las palmas para iniciar la melancólica balada “Until The Day” con Cooper mostrando su lado más atormentado antes de otro solo de guitarra a lo Malmsteen que no por previsible resulta menos brillante, como lo es sin duda una de las mejores canciones del grupo “Half Past Loneliness” con esa enorme melodía de guitarra y con unas voces fantásticas que sobresalen en su espectacular estribillo, antes de llegar, tras otros dos minutos de prescindible sonido ambiente, a otro de los puntos álgidos con “Message To God”, poco que decir, temazo desde su inicio lento de piano seguido por el público hasta que se rompe con el bajo de Passmark irrumpiendo con rotundidad seguido por la pomposamente vibrante inserción del resto de los instrumentos hasta romper en su desafiante estribillo.
Parte final tras las presentaciones y agradecimientos de rigor, excesivamente alargados dejando de nuevo más de seis minutos de ovaciones y sonido ambiente, para volver a la carga con “Stranded” otra pieza de heavy melódico plena de ritmo e intensidad aunque se les queda algo deslucida en su estribillo, un poco corto de volumen, recuperando expresividad y pegada con “A Life To Die For”, elaborada y melódica en clave progresiva llegando a otro currado solo de guitarra de Larsen cerrando definitivamente con unos solemnes arreglos orquestales made in Andersen.
Otro directo más de Royal Hunt que como documento está bien, con un sonido correcto, creo que sin excesiva post producción, de hecho con demasiados momentos en vacío entre sus cortes, recogiendo temas de buena parte de su ya extensa discografía aunque siempre se echa alguno en falta, sobre todo me extraña que no esté representado el LP “Moving Target” (1995), y que seguro que será mucho más atractivo en su formato DVD para poder captar más detalles del show.
Mariano Palomo

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