(Rock Of Angels Records)
Su vocalista Andy LaGuerin tiene un timbre de voz que recuerda en ocasiones al
de Joacim Cans (Hammerfall), potente
y melódico desarrollando gran parte de su labor en tonos no demasiado altos,
bien acompañado en los coros por el bajista Peter Andersson y por el batería Jonas Källsbäck que forman una efectiva base rítmica, dejando los
momentos de mayor lucimiento a Thomas
Johansson que forma el dúo de guitarristas junto al propio Andy, y que sin perderse en grandes
demostraciones técnicas dejan muy buenos riffs y solos al servicio de los temas.
Unos temas que empezamos a
descubrir con “Blood Red Sky”, nítido corte de marcado ritmo no excesivamente
veloz pero suficientemente rotundo con la voz de Andy aportando fuerza y melodía junto a unos coros algo épicos y con
la guitarra de Thomas que se marca
el primero de sus intensos solos doblándose con precisión. Siguen brillando las
afiladas melodías de guitarra en “Animal In Me” con unas rítmicas magníficas y
con gran balance vocal siendo de las más pegadizas del disco con tremendo
estribillo a lo Sinner/Primal Fear,
resultando más cercanos a Accept en
los pesados riffs de la intrigante “Retaliation Call” complementados por unas
poderosas voces y una compacidad enorme en el bajo de Peter.
Las referencias sonoras a los grandes
del heavy siguen surgiendo indisimuladamente, en este caso son los Saxon más recientes los que parecen
haber inspirado la pesada cadencia guitarrera y la marcada pegada de la
oscurilla “Settle The Score” que se aclara un poco en sus coros power melódicos.
Poderío y arrogancia en “Tear Down The Walls” con unos coreos grandilocuentes reiterado
su estribillo que de nuevo pueden recordar a Sinner o incluso al Axel
Rudi Pell más heavy sobre una base propia del metal alemán estándar,
sencillez y efectividad total.
Aligeran un poco la carga
metalera en la menos agresiva “Tears Of The Blind” creando un logrado contraste
entre su base pesada y sus coros cercanos al rock melódico, volviendo a la caña
con la eficiente “Love Is A Killer” rápida, al grano, sin contemplaciones,
doblando voces y guitarras con una rítmica compacta y clara, densificándose en
la pesada “Come Undone” con buenos contrastes vocales pero excesivamente plana
siendo de lo más flojo del disco para mi gusto.
Se acercan al power épico con “Fire
At Will” cabalgando sobre sus ritmos acelerados con agresividad de la mano de
unas incendiarias guitarras y de una voz principal desgarrándose por momentos, suavizadas
por los coros en un estribillo que hubieran firmado sus paisanos Hammerfall, al igual que la motivante “Gunnerside”
con Thomas y Andy doblando guitarras, y este último engolando un poco su voz
dentro unos épicos coreos. Ente medias de estos dos cortes nos dejan una
misteriosa ambientación marcial a golpe de redoble de la mano de Jonas a tempo medio en “Caught In The
Crossfire” de nuevo con un estribillo remarcable aunque en este caso en clave
más hard.
Disco más que competente, entretenido,
bien ejecutado y perfectamente recomendable para los amantes del heavy clásico
más reconocible.
Mariano Palomo
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