jueves, 11 de mayo de 2017

DRAGONFORCE “Reaching Into Infinity”


(Ear Music)
Tres años después del lanzamiento de su anterior trabajo los powermetaleros afincados en Londres Dragonforce vuelven a la carga con un nuevo disco en el que mantienen su esencia intacta combinando con notable efectividad velocidad y melodía. Siempre con la pareja de guitarristas formada por Herman Li y Sam Totman mostrando su extravagante técnica siendo capaces de recorrer los mástiles de sus guitarras de manera vertiginosa pero también de acariciar sus cuerdas con suavidad, sobre una base rítmica en la que el líder de la banda Frederic Leclerecq al bajo y el recientemente incorporado Gee Anzalone a la batería ofrecen solidez y precisión.
Las aportaciones más melódicas vienen con los arreglos de teclados de Vadim Pruzhanov y con un Marc Hudson que con su versátil voz, potente pero para nada estridente, resulta ideal para complementar la avalancha instrumental de sus compañeros que también ayudan con unos logrados coros que son otra de las marcas distintivas del grupo.
El disco se abre con “Reaching Into Infinity”, una suave y breve instrumental que le da título creciendo sobre unos redobles que desembocan en el comienzo de “Ashes Of The Dawn” rompiendo veloz a golpe de doble bombo con unas guitarras brillantes bien empastadas con unas nítidas melodías de voz y teclados creando una trabajada pieza de power metal melódico. Más aceleración tras un misterioso inicio en la avasalladora “Judgement Day” desbocándose con unos riffs asesinos amortiguados por coreos épicos y teclados sinuosos, exhibiéndose Li y Totman con un solo doblado en mitad del corte.
Sigue el frenetismo con la atropellada “Astral Empire” que ataca desbordante para relajarse un poco en su parte central con unos coros algo pomposos antes de volver a acelerar con otro incisivo solo de guitarra, entrando a continuación en territorios más sinfónicos con la dramatizada “Curse Of Darkness” de ritmo alto pero con las guitarras menos rápidas y con los teclados dándole un interesante toque orquestal que me recuerda a nuestros Dark Moor.
Después de este primer tramo tiempo para relajarse con la expresiva balada “Silence” con Marc mostrando clase y pasión a la voz sobre una sólida aunque algo plana instrumentación, volviendo a machar los tambores con energía y disparando las guitarras en la briosa “Midnight Madness”, power épico y melódico de manual con buenas voces quedando bastante resultona. Mayor peso y algo de oscuridad en la agresiva “War!” rozando el thrash metal  speedico con unas voces agrias contrastando con otras más limpias resultando de una tremendamente rotunda pero sin perder unas buenas líneas melódicas.
Siguen desafiando la resistencia de sus mástiles y sus parches con “Land Of Sattered Dreams” barnizada de sinfonismo en los teclados de Pruzhanov incluyendo un riff central que parece un guiño a “Stand Up and Shout” de Dio antes de exhibirse de nuevo con otro original solo de guitarra. Sin perder ritmo pero con algún retazo tranquilo aparece “Our Final Stand” con la voz de Marc algo engolada e incluso con breves rasgueos acústicos para dar al último tema del disco mayor riqueza junto a unas guitarras llenas de matices.
Antes de “Our Final Stand” aparece el corte más extenso del CD, “The Edge Of The World”, once minutos de atemperado y misterioso prog power teatral a lo Savatage con preciosistas aportes instrumentales y trabajadas líneas vocales incluyendo partes guturales que aumentan su expresividad en un breve fragmento death metalero que parece llevarnos al abismo pero que afortunadamente luego se vuelve a aclarar.
Disco interesante e intenso, quizá demasiado por momentos, y con el que este sexteto multinacional sigue ofreciendo buen material para sus seguidores, aunque para los menos iniciados pueda resultar algo agotador.
Mariano Palomo

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