(Frontiers Music)
Entre los cuatro han dado forma a
unas composiciones en las que se nota la mano de Brown recordando en muchos momentos a Trixter, pero ofreciendo más matices sobre todo a la hora de
ejecutar las melodías de voz con un Poley
brillante sin necesidad de subir ni agudizar excesivamente sus tonalidades. Por
su parte Burgi y Smith aportan la solidez y precisión
habituales redondeando un sonido nítido y versátil al servicio de las canciones
sin necesidad de fuegos de artificio sonoros.
Empiezan a conquistarnos desde el
primer corte del CD “Pickin’ Up The Pieces”, tema tremendamente melódico con
unas voces cuidadísimas pero también muy rotundo en su base con unos golpes de
caja marcadísimos entre los que se inserta su estribillo doblándose junto a
unas enérgicas aportaciones de guitarra. Suben un escalón en cuanto a poderío y
llegada con “Love Me Insane” un señor temazo lleno de ritmo, pegadizo y animado,
marcado por unas enormes melodías de voz y guitarra hasta un estribillo que se
queda inmediatamente.
Con “Shameless” se mantiene el
nivel, otro de los mejores cortes del disco, festivo, desenfadado, con un deje que
nos lleva a recordar a los primeros noventa de Trixter o de los neoyorquinos Diving
For Pearls, antes de entrar en terrenos románticos y delicados con el suave
medio tiempo “Love”, arrullando con sus voces y guitarras a lo Def Leppard. En “Black and Blue” continúan
las referencias noventeras pero actualizadas mezclando riffs punzantes, ritmos
entrecortados y teclas altas de la mano de Eric
Ragno (Impellitteri, Trixter, Mecca) que se deja notar sobre todo en este
tema.
Tras este momento algo menos
brillante vuelven a hacernos vibrar con la optimista “You’re My Revolution”
otro pelotazo en toda regla con un magnífico ritmo y con un estribillo ganador
que golpea entre sus guitarreos resultando de lo más eficaz dentro de su
sencillez. Nuevo tramo relajado con la suave balada “Don’t Let Me Go” en la que
Poley derrocha expresividad con su
voz dándole un toque atormentado y con mucho pellizco junto a la cuidada
guitarra de Brown. Una guitarra que
sube la distorsión con fuerza para arrancar el insinuante ritmo de “Put Me To
Shame” por debajo de unas voces potentes y arrogantes que vuelven a recordar un
poco a los Leppard.
Con “Done To Me” se endurece y densifica
el sonido siendo el tema que menos me ha convencido, mejorando bastante con el
cálido medio tiempo “Get You Off My Mind” brillando las melodías de voz junto a
guitarras y teclados de forma nítida, y con la final “Fallin’ Apart” metiendo
un buen acelerón con los riffs marcados en clave más actual pero igual de
limpia y con bastante llegada en su estribillo. Intenso cierre para un disco
más que notable que ofrece lo mejor de sus autores, muy recomendable no solo para
fans de Danger Danger y Trixter, también del hard melódico en
general.
Mariano Palomo
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