(AFM Records)
Siempre con el bajista y cantante
Matt Sinner al frente, en este nuevo
disco aparecen junto al él los guitarristas Tom Naumann (Primal Fear) y Alex
Scholpp (Tarja, Farmer Boys) y el batería Francesco Jovino (Hardline, U.D.O.), para continuar la línea
marcada por sus predecesores redondeando el que es para mí su mejor trabajo en
mucho tiempo. Cuarenta minutos llenos de variada calidad y esencia que se pasan
volando entre sus diez cortes comenzando por la enérgica y efectiva propuesta
de “Go Down Fighting” que en apenas dos minutos y medio nos mete de inmediato
en faena con su pegadizo estribillo y sus guitarras convenientemente sucias
siendo perfecta para abrir.
Se endurece el sonido un tanto
pero sin perder nada de rollo con la tremendamente adictiva “Tequila Suicide”
que tiene un deje macarra y callejero sobre el que se deja caer la sombra de Thin Lizzy, que se remarca de forma
sobresaliente en la fantástica “Road To Hell”, algo nada extraño teniendo en
cuenta que en este disco participa como invitado Ricky Warwick (Black Star Riders, The Almighty), y donde se hace
presente el espíritu del genio Lynott,
uno de los referentes de siempre de Matt.
Giro más heavy a lo Primal Fear para la inquietante “Dragons”
de guitarras duras y trabajadas doblándose sobre su intensa base a tempo medio con
el bajo muy presente para darle solidez y brillo junto a sus melódicas voces,
sorprendiendo luego con los redobles y sonidos celtas de “Battle Hill” que
llama la atención también con ese evocador deje irlandés lleno de encanto pero sin
perder nada de peso en sus guitarras y con la voz de Matt transmitiendo con mucho rollo.
Aunque para sorpresa y para rollo
“Sinner Blues” que como su nombre indica es un señor blues lento lleno de
sentimiento en el que brilla el vocalista alemán bien acompañado de unos
espirituales coros y de unas preciosas notas de piano y guitarra, nítida y
cálida canción antes de una nueva andanada hard rockera de la mano de “Why” igualmente
sencilla en su estructura pero original y con mucho peso en sus melodías de
guitarra hasta llegar a un virguero solo que me da la sensación que puede
llevar la firma del heleno Gus G.
(Firewind, Ozzy) o del sueco Magnus
Karlsson (Primal Fear), otros de los ilustres invitados que participan en
el disco.
Nos reencontramos con el sonido Thin Lizzy-Black Star Riders en la
pegadiza “Gypsy Rebels” muy melódica sobre todo en sus guitarras y con un punto
guerrero en su estribillo muy de directo, un estribillo claro que también
encontramos en la más dura “Loud & Clear” afilado corte que de nuevo nos
trae a Primal Fear como referencia
con Matt cantando en unos tonos
medios más ásperos que se dulcifican en la preciosa “Dying For a Broken Heart”
todo calidez y clase con acertados detalles acústicos y de slide resultando un
gran colofón para este señor disco que me ha convencido pero mucho.
Mariano Palomo
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