(Frontiers Music)
Cuando se anunció está reunión
tenía mis dudas de por donde irían los tiros por esa irregularidad que
comentaba antes en sus anteriores aventuras discográficas, sobre todo por parte
de Paul Laine, capaz de sacar discos
tan atractivos de puro rock melódico como aquel magnífico “Stick It In Your Ear” (1990) en solitario o el también buenísimo “The Return Of The Great Gildersleeves” (2000)
con los propios Danger Danger, mejorando
notablemente en mi opinión a sus predecesores “Dawn” (1995) y “Four The
Hardway” (1998), y llegando a perderse en terrenos modernos e insustanciales
con Shugaazer, otro efímero proyecto
con apenas un obviable trabajo titulado “Shift”
(2004), o tocando el country en otras propuestas que han pasado prácticamente
inadvertidas.
Tampoco me ofrecía demasiadas
garantías la figura de Marcello, ya
que su aportación en Danger Danger no
me parecen demasiado adecuada para el sonido de la banda, excesivamente barroca
por momentos, resultándome mucho más atinada y atractiva su ejecutoria en el disco
que sacó en 2008 con el cantante Frank Vestry
(Last Temptation, Laneslide).
Y es precisamente ese sonido más
limpio, comercial y en cierto modo edulcorado el que más podemos equiparar en
esta disco de The Deifants, con
temas muy asequibles, sin excesivos arabescos ni complicaciones compositivas,
pero con el suficiente cuerpo y elaboración como para no quedarse en un puñado
de canciones facilonas. Todo está bien construido y sólidamente ejecutado, los
tres protagonistas de la obra, junto al batería de sesión Van Romaine, desarrollan brillantemente su labor desde el cuidado
exquisito en las melodías de voz con un gran Paul Laine recuperando a su mejor versión bien acompañado por sus
compinches en los coros creando unos pegadizos estribillos que encajan
perfectamente entre unas pulcras líneas de guitarra.
Tras la intro “Carillon’s Theme”
de Ennio Morricone como referencia
al concepto western de la portada, y sólo de la portada ya que no aparece para
nada en el sonido del CD, arrancan de forma vigorosa con “Love and Bullets”
corte de ritmo alto y base hard A.O.R. a lo Danger Danger llegando con facilidad en sus melodías de voz
completadas por unas teclas sintetizadas a cargo de Ravel y por unas brillantes aportaciones de Marcello con su guitarra. En esta misma línea pero algo más festiva
aparecen las chispeantes “Lill’s Miss Rock ‘n’ Roll” y “When The Lights Go Down”
de nuevo con estribillos tremendamente pegadizos y unos coros algo poppies en
el caso de la segunda y que también encontramos en las igualmente eficaces “Runaway”
y “Take Me Back” pudiendo llegar a empalagar un poco, sobre todo en la primera,
pero que acaban metiéndose en la cabeza sin remedio con su contagiosa melodía
de voz.
Más sugerente me resulta el
expresivo medio tiempo “Waiting On a Heartbreak” con su elegante y expresiva
instrumentación arropando una cuidada interpretación vocal, que mantiene su
gran nivel en la más actual y desafiante “The Last Kiss” con unas guitarras más
duritas, que también aparecen en la más hard “We All Fall Down”, relajándose en
las lentas “Save Me Tonight” con un punto atormentado en su interpretación encajando
unos cálidos aportes acústicos y de teclados, y en la romántica “That’s When I’ll
Stop Loving You” que se me hace demasiado larga en su lineal desarrollo de casi
siete minutos en los que cabe la colaboración del guitarrista Tony Bruno, otro ex Danger Danger que también participa con
un buen solo en “The Last Kiss”.
El cierre lo pone la divertida “Undernath
The Stars” con un resultón regusto gamberro noventero algo horterilla en sus
coros pero perfecto para despedirnos con una sonrisa de este buen disco que
creo que agradará bastante a los fans del trío y de sus grupos, pudiendo entretener a cualquiera que se
acerque a él sin excesivas pretensiones.
Mariano Palomo
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