(GoldenCore Records / ZYX Music)
Este “Tattoed Woman” probablemente debía haber sido el cuarto trabajo de
los germanos Pump pero ha resultado
ser el primero de Miracle Master.
Este cambio de denominación se debe a la salida del grupo del vocalista Marcus Jürgens que decidió abandonarlo
tras una década en sus filas, siendo sustituido por Oliver Weers un versátil y experimentado cantante afincado en
Dinamarca que parece haber encajado perfectamente en el engranaje elaborado por
el resto de sus compañeros durante todos estos años.
Con las guitarras de Axel “Aki” Reissmann y de Marcel “Selly” Bernhardt pesadas y
afiladas pero también nítidas y trabajadas penetrando sobre el muro que forman Andreas Minich a la batería y Michael Vetter al bajo, Weers despliega su potente chorro de
voz creando unas composiciones rotundas y sólidas donde heavy metal y hard rock
se entremezclan y donde la melodía por supuesto también tiene su espacio,
aunque algo más de dinamismo creo que tampoco les hubiera venido mal.
Arranca el disco con la directa “Come
Alive” perfectamente adecuada para atraparnos con unos riffs y fraseos de
guitarra venenosos que enganchan junto a la embaucadora voz de Oliver dejando una línea melódica y que
en su conjunto podría definirse como un cruce entre Lynch Mob y Ozzy (era Wylde).
En esa misma línea se desarrollan la polvorienta “Highway To Heaven” llena de
rollo y melodía, o la más densa y algo setentera “Fly Away” con encanto pero
escaso ritmo, como le sucede a la insinuante “Stay With Me” más intensa y
melódica siendo de las más asequibles y destacadas junto a la arrogante “Forgive
Yourself” con una voz atormentada y limpia sobre una base llena de intención y
pegada.
Con “Miracle Master” pisan el
acelerador dotándola de un ritmo alto, pegadizo, más crudo y hard rockero haciéndonos
mover el pie con su buen estribillo y sus guitarras tan sencillas como
efectivas transmitiendo actitud, al igual que en la más actual “Tattoed Woman”
con el bajo de Vetter marcadísimo y
con unas voces y una distorsión alta a lo Shakra
bastante interesantes que también se aprecian en la tortuosa “Why Religion” con
Oliver modulando su voz de forma
sinuosa y agria pero sin perder calidad, llegando a un punto casi lisérgico en
el medio tiempo “Tear Down The Walls” con unos tonos envolventes pero
excesivamente pesados para mi gusto.
Más ágil y resultona me parece “Will
To Survive” que sin ser el cénit del hard rock sí tiene un sonido original
bastante interesante sobre todo por el buen trabajo de guitarras que encierra y
por su estribillo claro. Se cierra este trabajo de forma intensa con “We All
Touch Evil” corte de ritmo medio y arreglos actuales en el que la voz cavernosa
funciona bien sobre una distorsión más ligera de lo que pudiera indicar su
ambientación algo tétrica.
Cierre correcto para un disco
potente y entretenido que sin acabar de rematarme me parece lo suficientemente
correcto como para prestarle atención, sobre todo por parte de los seguidores
del hard-heavy centroeuropeo actual.
Mariano Palomo
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