Después del éxito cosechado con
su trilogía inicial en la segunda mitad de la pasada década, dos de las voces
más importantes del hard & heavy del siglo XXI vuelven a unir sus fuerzas y
talento para ofrecernos cuatro años después una nueva entrega del proyecto Allen-Lande. Tras trabajar en sus
primeros discos con musicazos de la talla de Magnus Karlsson o Dennis
Ward, ahora cuentan con la colaboración del intermitente Timo Tolkki que realiza un trabajo a la
altura encargándose de la producción además de tocar todos los instrumentos
salvo de la batería que corre a cargo de su compatriota Jami Huovinen (Ring Of Fire).
No se observan grandes cambios en
el sonido respecto a otros discos, si acaso un mayor protagonismo de Russell Allen sobre Jorn Lande, destacando más las melodías
e interpretaciones teatrales del norteamericano que las partes más descarnadas
del noruego. Heavy melódico lleno de calidad, toques progresivos, momentos
épicos, guiños hard rockeros, todo ello con una gran solidez y compacidad
dentro de unos temas dinámicos y atractivos, aunque por momentos algo
previsibles.
El comienzo es de lo más
brillante, con la tremendamente melódica y accesible “Come Dream With Me” con
un Allen tremendo en su ejecutoria
vocal sobre las sencillas líneas de guitarra que propone Tolkki, dejando en un plano bastante secundario a Lande que toma las riendas a
continuación para rasgar más en la épica “Down For The Mountain” con unos aires
Virgin Steele tanto en sus guitarras
como en su ambientación guerrera pero sobre todo con un enorme duelo vocal en
su estribillo doblado que entra a cuchillo.
Ritmos más power para la más relajada
“In The Hands Of Time” con Allen
mostrando su tremenda técnica sin necesidad de acelerar ni subir en exceso,
devolviendo el protagonismo a Lande
para que explote su carismático timbre en la envolvente “Solid Ground” de aires
evocadores en la que sus sinfónicos sonidos de teclados y su buena pegada
palían su falta de ritmo, junto a un bonito solo de guitarra de Tolkki que luce de nuevo en la
destacada “Lady Of Winter” power teatral a lo Savatage que me recuerda
muchísimo en su comienzo de piano y guitarra a su “Edge Of Thorns” con la
pareja de vocalistas interpretándolo con poderío y desgarro dotándola de un
gran dramatismo.
Siguen en clave misteriosa pero
más dinámica en “Dream About Tomorrow” de estribillo descarnado y buenas melodías
de guitarra, para tornarse luego un poco más cadenciosa en “The Hymn To The
Fallen” más elaborada instrumentalmente y con cierto regusto a los primeros Masterplan, densificándose notablemente
para dar forma a la oscura “The Great Divide” en la que Lande exhibe su indisimulada pasión por Black Sabbath dulcificada
por unos magníficos aportes de guitarra de Tolkki.
En el final lucimiento total para
Allen que se muestra expresivo y
convincente en la intensamente hard melódica “Reaching For The Stars” y en la
profunda balada “Bitter Sweet” donde arrogancia y tristeza se parecen mezclarse
creando uno de los momentos más apasionados del disco suponiendo un fantástico
cierre para el mismo.
Una vez más estos dos genios,
bien apoyados por Tolkki, han vuelto
a dejarnos un gran trabajo, quizá algo menor respecto sobre todo a sus dos
primeras obras, pero en cualquier caso bastante recomendable.
Mariano Palomo
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