(Livewire / Cargo Records)
Una de las bandas que mayor
expectación han generado entre el público A.O.R. desde su aparición en 2010 han
sido los suecos Houston, con un
disco de debut bastante prometedor bien sucedido el año pasado por su segunda
entrega, dejándonos entremedias su primer “Relaunch”
que no era otra cosa que un notable tributo algunos clásicos ochenteros del
género (Michel Bolton, Touch, Airrace, Dakota, New England…). Desde entonces ha
habido muchas idas y venidas en la formación, permaneciendo únicamente en la
misma su vocalista Hank Erix que sin
duda sigue pareciéndome lo más destacado de la misma. Pero me da la sensación
de que estos cambios, al menos en este último disco que nos ocupa, no han
beneficiado excesivamente al grupo, sobre todo en lo que a la elección y
ejecución de algunos temas se refiere.
El disco está dividido en
versiones y temas propios nuevos que van intercalándose, aunque dentro de las
versiones yo también haría una clara diferenciación entre las adecuadas e
incluso brillantes y las postizas prácticamente obviables. Entre estas últimas
especialmente chirriantes y desacertadas me han parecido “Do What You Want” de Lady Gaga que a pesar de la
colaboración de una potente voz femenina junto a la de Hank me resulta bastante insustancial, al igual que la más movida “Counting
Stars” de One Republic que me con su
sonido sampleado discotequero me parece de lo más pastosa. En un término medio
situaría la dulzona “Cruise” de Florida
Georgia Line que con sus acústicas de aires country al menos resulta
agradable aunque excesivamente edulcorada.
Afortunadamente hay tres covers
realmente brillantes que consiguen hacernos olvidar las anteriores. Las tres a
cual mejor interpretadas, respetando su esencia y melodía con un grandísimo
trabajo vocal e instrumental, comenzando por la pausada “Justice For One” de John Farham que nos transporta a los
mejores tiempos del A.O.R. de finales de los setenta y principios de los ochenta,
con las teclas del productor Ricky Delin
mandando con intención aunque echo en falta algo más de pegada del batería Oscar Lundström.
Suben el nivel si cabe para la
revisión de la menos conocida “Love Is Blind” de John O’Banion, una delicia fronteriza entre el A.O.R. y el West
Coast llena de fuerza y sentimiento con una elegancia espectacular donde los
coros y los teclados no pueden estar mejor empastados. Más presencia guitarrera
para la romántica e intensa “Souls” de
Rick Springfield de nuevo con unos enormes coros en sus estrofas,
quedándoles también muy conseguida.
En cuanto a los temas propios nuevos
también hay un poco de todo. Uno lento y sosón “Standing On The Moon” con unos
arreglos sampleados-electrónicos muy artificiales y monocordes. Otro más
animado e ingenuo “Downtown” que no está mal pero me resulta un poco hueca. Y
dos buenos temas de A.O.R. ochentero con
clase y llegada, “Don’t Look Back” donde las guitarras de Calle Hammar se dejan notar junto
a un gran estribillo, y “Our Love” elegida como primer single y en la que
colaboran miembros de Reckless Love,
Crazy Lixx, Casablanca y Reach,
siendo la más pegadiza aunque también algo poppy, pero con gracia y cierto
encanto sobre todo en sus crecientes coros.
Disco irregular en su conjunto,
con momentos más que notables, y que esperemos que en entregas posteriores Hank
y compañía sean capaces de orientarlas con mayor compacidad y homogeneidad, si
siguen la línea sobre todo de temas como “Don’t Look Back” creo que irán por el
buen camino.
Mariano Palomo
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