(Frontiers Music)
Parece que Stryper han cogido carrerilla, y después de pasarnos hace dos años por
encima con una apisonadora como fue “No
More Hell To Pay” ahora vuelve a golpear con fuerza con este “Fallen” en el que siguen con su línea
de poderosísimo heavy metal sin perder sus innegociables señas de identidad
melódica en lo que a líneas vocales, coros sobre todo, y guitarras se refiere. Con
Michael Sweet que parece haber hecho
un pacto con el diablo, o con Jesucristo en su caso, cantando con una potencia
enorme sin perder su clase característica, siempre bien secundado por un vibrante
Oz Fox a la guitarra, un siempre
sólido y competente Tim Gaines al
bajo y por un enrome Robert Sweet a
la batería, desarrollando todos su labor con una tremenda eficacia.
Empiezan entrando a saco a través
de la mística “Yhaweh” con unos coros casi monacales marca de la casa elevándose
sobre sus andanadas donde las guitarras inciden afiladas dentro de una
trabajada estructura, que se torna más oscura y descarnada en “Fallen” muy
rítmica, con los platos marcadísimos y con los coros más engolados en el
estribillo mientras Michael se desgañita,
atemperándose y rompiéndose en la más melódica “Pride” con un punto de
arrogancia remarcando su pegada pesada y precisa.
Con “Big Screen Lies” tiran de
vena clásica setentera recordando a Alice
Cooper en sus guitarras pero con una melodía vocal más clara y reconocible
aunque algo plana, que se prolonga en el cadencioso medio tiempo “Heaven”,
mejorando notablemente con “Love You Like I Do” de estribillo pegadizo y coros
made in Stryper redondeada por un
gran solo de guitarra, y con la balada “All Over Again” que con sus rasgueos
acústicos y sus bonitas voces envuelven con calidez.
Vuelve la cera con la machacona
versión de Black Sabbath “After
Forever” marcada por el bajo de Gaines
y por un riff central muy heavy hasta que entran unos dinámicos adornos de
guitarra enriqueciéndola para terminar por resultar bastante quedona,
acelerando en la más breve “Till I Get What I Need” clara, melódica y directa
con un pegadizo estribillo, para volver a ritmos más pesados con “Let There Be
Light” que engancha por su expresiva y poderosa melodía vocal y por su enrome
estribillo coreado.
Para el final dejan otros dos temas
destacables y reconocibles, “The Calling” sencilla y efectiva con unos
magníficos coreos y unas punzantes guitarras sin olvidarse de la melodía, y “King
Of Kings” volviendo al misticismo en clave hímnica con la voz de Michael acabando por todo lo alto y con
otro gran solo de guitarra. Gran colofón para este perfecto sucesor de su
anterior disco, aunque con alguna fase algo más pesada que aquel, y que sigue
mostrando a Stryper como una de las
bandas de HEAVY METAL, así con mayúsculas, más en forma de la actualidad.
Mariano Palomo
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