(Mausoleum
Records)
Si hace unas semanas revisábamos
el primer trabajo de Cats In Space,
ahora nos encontramos con el primer álbum en solitario de su bajista y cantante
Jeff Brown. Un disco que al igual
que el citado de su banda desprende luz y buen rollo, rock melódico amable,
cargado de temas alegres y pegadizos, pero con una
clara base rockera. Un buen ejemplo es el corte que abre el trabajo, “Crazy
World”, lleno de ochentero encanto con un ritmo vivo y pegadizo lleno de melodías
contagiosas marcadas en un buen
estribillo y guitarras de las que se encargan Niko Arvantis (Warlock, Stormwind) y Peter Szigeti (Warlock, U.D.O., Coracko).
En esa misma línea brillante y
optimista nos encontramos también con “Once In Every Lifetime” composición muy
A.O.R. en la que las guitarras y los teclados de Gary Moberley (The Sweet) vibran rodeados de unos buenos coros,
como lo hacen en la ingenua “Stay With Me” tremendamente resultona.
Más hard son “Calling Me Calling
You” dotada de un estribillo ganador y de una base más rotunda con Jürgen Reinert dejándose notar desde la
batería, o la peliculera “Casino Royale” de guitarras potentes y ritmo
cabalgante casi épico adornado por las intervenciones habladas de Muriel Carrez.
Contrastando con estos cortes más
potentes, salpican el disco de numerosas baladas y medios tiempos, comenzando
por “23 Years”, con la voz de Brown profundamente intensa dentro de una gran
ambientación con detalles acústicos pero muy sólidos, que comparecen también de
la mano de Ralf Bronckhorst (All
Ages) en el comienzo de la potente “Contagious” llena de buenos juegos de voces
y teclas ochenteras a lo Statetrooper,
no en vano Jeff formó parte de la
segunda encarnación del grupo ya sin Gary
Barden en el mismo. También nos dejan un guiño sinfónico en la evocadora “Fallen
Angels” con unos coros y un sonido de órgano muy al estilo Uriah Heep.
Otro tema tranquilo es la bonita
balada “When The Love Is Gone” que cuenta con la participación en las voces de Joe Gillingham (The Tremoles) y en las
guitarras tanto acústica como eléctrica de Peter
Brander (Royal Hunt, Cornerstone) que nos deja un precioso solo. En estos
mismo parámetros se mueve “Slipping Away” pero con el solo en esta ocasión a
cargo de Steve Mann (M.S.G., The
Sweet, Lionheart) dentro de una ambientación más acústica rota con pasión por una
buena subida de tono vocal.
El cierre, siguiendo en modo
relajado, lo pone la romántica “Life Goes On” ejecutada prácticamente a base de
piano y voz hasta la entrada de guitarras y voces dándola un gran cuerpo y
altura, antes de encontrarnos por sorpresa tras un breve silencio con otro agradable
tema, que bien podría titularse “Watching You”, oculto dentro del mismo corte
en clave soft A.O.R.
Disco realmente agradable, con
variedad, buen gusto y que sin excesivas complicaciones es capaz de abarcar un
buen rango de sonidos para no hacerse en absoluto plano.
Mariano Palomo
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