(Frontiers Music)
Casi cuarto de siglo después la
formación original volvió a unirse dando a luz una nueva colección de temas que
bajo el título de “Can’t Home”
recuperaba buena parte de la esencia de aquel mágico debut pero sin llegar a su
nivel top. Así que, visto lo visto, y atendiendo a la sugerencia de su compañía
de discos, la banda norteamericana accedió a interpretar casi íntegramente su
obra maestra en directo en la edición del pasado año 2017 del Frontiers Rock
Festival.
Ahora solo faltaba comprobar si
eran capaces de mantener el nivel de antaño, porque a poco que no hicieran
experimentos con los temazos que facturaron en el 92, el notable prácticamente
ya lo tenía asegurado. Y la verdad es que una vez escuchado el resultado que
nos ofrecen en este nuevo lanzamiento, me quedan dudas si realmente refleja
fielmente lo que ofrecieron cerca Milán hace un año. No sé, me suena todo
demasiado bien, demasiado artificial por momentos, más a estudio que a directo,
algo que no sé si hay que atribuir a la producción de Allison y Godwy, o a
otro tipo de apoyos grabados en el momento de la actuación. Como no tuve
ocasión de comprobarlo en directo no puedo confirmarlo fehacientemente, pero me
da la sensación de que puede haber un poco de todo.
Dicho lo cual, siempre es un
gustazo volver a disfrutar de unos temas que cualquiera de ellos podrían ser
escogidos casi al azar para formar parte de la antologías de A.O.R. de la
época, comenzando por un “Wind Me Up” que tras una intro algo sosilla da
apertura a este directo alargándose en su inicio con un excelente balance de
voces, teclados y guitarras, resultando enérgica y melódica en su creciente
ritmo. Siguen brillando las teclas con cuerpo en la insinuantemente desafiante “Lay
Down Your Arms” con una sobresaliente interpretación de Marcie rompiendo en su estribillo con unos coros algo bajos.
Siguen con la vibrante “Rock Me
Down Nasty”, rebautizando la original “Take Me Down Nasty”, metiendo algún
ligero cambio en sus melodías de voz pero manteniendo su estructura y aligerando
su ritmo, con unos arreglos algo artificiales para mi gusto que no afectan
demasiado al resultado final. Más cálido y envolvente resulta “Let’s Talk About
Love” con unas voces cuidadas y elegantes que rodean su delicada
instrumentación, aunque se me queda algo corta en sus subidas de tono, como me
sucede con la romántica balada “Is It Over” que a pesar de mantener unas
preciosas voces dobladas creo que les ha quedado excesivamente edulcorada y
algo falta de intensidad.
Intensidad que se recupera en
buena medida con la más hard “On The Rise” con la guitarra de Gowdy enganchando bien junto a unos
buenos sonidos sintetizados y a la voz de Free
descarnada, tornándose luego más femenina en la seductora “Tunnel Of Love” cantada
con encanto y elegancia además de con mucho gancho, algo que se echa un poco en
falta en la bonita “To Be Your Everything” una de las que mejor suena aunque creo
que la voz adolece de un poco de falta de desgarro, pero claro, los años no
pasan en balde y el listón estaba muy alto.
Uno de los temas que quizá pasaron
más inadvertidos en su momento fue “Long Hair Woman”, y una vez recordado creo
que ha envejecido bastante bien, con ese ligero toque clásico progresivo en
teclas y guitarra y con una muy buena armonía vocal, tras la cual se marcan una
prolongada presentación de los miembros del grupo que antecede al único tema
que se incluye que no es del primer disco homónimo. Se trata de “Forever” que
formaba parte del segundo trabajo de la banda “Waiting For The Sun” (1998) en el que puso la voz Kelly Hansen (Foreigner, Hurricane), y
que ni desentona ni resalta dentro de este directo resultando un agradable
recuerdo a medio tiempo y una buena oportunidad para escucharlo con otro cantante.
Para el final se dejan una gran “When
Love Is Gone”, con Gowdy y Allison brillando con sus instrumentos
junto a una apasionada interpretación vocal de Marcie subiendo intensa en su estribillo, para cerrar
definitivamente con el temazo “Who Cries Now” clásico del A.O.R. ejecutado con
sentimiento y enrome nivel como excelente colofón llegando al clímax con unas
voces perfectas, demasiado quizá, y con unas grandes guitarras.
Lo dicho, si lo que se escucha en
este disco se acerca a lo que realmente se pudo escuchar en directo estamos,
con algún matiz en lo que a intensidad se refiere, ante un gran trabajo. Pero
me da la sensación que independientemente de la buena ejecutoria de los
músicos, también hay una más que importante labor técnica apoyándoles. Nos
quedaremos con la duda de momento esperando poder despejarla asistiendo a
alguno de sus shows próximamente.
Mariano Palomo
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