(Frontiers Music)
Ahora retoman en cierta medida la
historia donde la dejaron, no es que este disco suene como aquel de Treat, pero si puede recordar un poco,
algo menos rotundo, y con algún que otro giro actual y melódico que no me acaba
de seducir. Desde una portada que me parece de las más feas que recuerdo en
mucho tiempo, hasta una producción con escaso brillo y matices, pasando por
unos temas que me resultan bastante aburridos y monótonos en general.
De hecho un tema como “Hoodwinked”
no es que invite mucho al disfrute para comenzar a engancharnos, un corte de
ritmo plano, de estribillo reiterado en el que la voz de Levén cumple pero no atrapa y con una base flojita en la que apenas
luce el batería invitado Thomas Broman
(Great King Rat, Electric Boys, Humanimal). Se deja notar algo más en la
correcta “Sailing Stones” con mayor versatilidad y melodía vocal con buenas
inserciones corales, volviendo a caer con el flojo medio tiempo “Symphony of Fallen Angels”
que parece intentar acercarse a lo que hacen sus paisanos Eclipse pero con mucha menos fuerza y gracia que los de Martensson.
Siguen en los tonos medios con “The
Cause” algo más vibrante en sus guitarras, más reconocibles y cercanas a lo que
suele hacer Wikstrom con Treat para darle mayor solidez y cuerpo
instrumental, siguiendo la misma senda con “Gate Of The Gods” en la que las
líneas vocales resaltan con unos tonos dramatizados entre los que se cuela una breve
estrofa locutada en español por una voz femenina para darle un puntito de
originalidad, aunque tampoco es que sea la alegría de la huerta. Más plomiza me
resulta “False Flag” con una voz cavernosa y limpia a lo Geoff Tate que no dice gran cosa dentro de unas melodías sin
excesiva gracia rematadas por un correcto pero inconexo solo de guitarra que
parece metido casi con calzador.
Se aclara un poco el sonido pero
sin salir demasiado de la monotonía con “Unobtainium”
que dentro de su ambientación oriental a ritmo pausado transmite cierta
angustia con la atormentada voz de Levén
acompañada por una pobre instrumentación. Meten más peso y distorsión para
marcar el ritmo de la inquietante “Luciferian Break-Up” que no está mal en su
tratamiento vocal sobre su rotunda base, metiendo una marcha más en la actual “Joan
Of Arc” uno de los cortes más resultones del disco, con cierto aire en sus
melodías de voz a The Poodles, aunque esto no tengo muy claro
si es bueno o malo a día de hoy.
Con “Break Away” siguen
incidiendo en los sonidos actuales metiendo unos arreglos sin demasiado fuste y
con un estribillo que no acaba de romper a pesar de su reiteración, para llegar
manteniendo la misma tónica de monotonía al final con el tema que prácticamente
da nombre al grupo y al disco, “In Revertigo” en el que se salvan un poco las
voces intrigantes aunque algo histriónicas sobre unas guitarras pesadas sin
chispa ni filo. Cierre acorde con el resto del trabajo que me da la sensación que
va a pasar a la intranscendencia en muy poquito tiempo.
Mariano Palomo
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