(Phil Lanzon
Ditties/Cargo Records UK)
Entre medias colaboraciones con
músicos de la talla de Mick Ronson, Robin McAuley o The Sweet, pero ha sido ahora cuando se ha decidido a completar su
primer disco en solitario, este delicioso “If
You Think I’m Crazy” donde muestra su enorme talento y clase. Para la
ocasión ha contado con la ayuda de competentes músicos de la escena progresiva,
como el arreglista y productor Richard
Cottle (Alan Parsons Project, John Parr), el bajista Laurence Cottle (Alan Parsons Project), el guitarrista John Mitchell (Arena, It Bites) o el
batería Craig Blundell (Steven
Wilson, Frost, Pendragon) entre otros, además de con algunos cantantes que
iremos detallando más adelante y con los que Lanzon comparte las tareas vocales a lo largo del trabajo.
Todos ellos han conseguido completar
una decena de excelentes temas en los que el rock sinfónico brilla y llega con
una elegancia enrome, envolviéndonos y seduciéndonos desde la embrujadora “Mind
Over Matter” con la que se abre el disco creando una logradísima atmósfera
llena de evocador sinfonismo, relajado pero intenso, con un sobrecogedor trabajo
vocal en tonos medios con la voz del citado John Mitchell sobrevolando su cuidada instrumentación acompañado
por unos coros llenos de espiritualidad. Algo que se repite con los mismos
protagonistas en la más orquestada con aires de musical “I Knew I Was Dreaming”
donde llegan a rozar el góspel subiendo en su estribillo con un resultado
sencillamente espectacular.
Entre medias se inserta “Kelly
Gang” también con bastante orquestación y con más ritmo, siendo la primera en
la que participa el vocalista Andy Makin
(Psycho Motel) creando momentos bastante teatrales y optimistas mostrando
versatilidad y poderío, donde todos los músicos brillan con especial mención a Blundell a la batería. Se relajan
posteriormente con “I Saw Two Englands” acústica de tintes bucólicos y country,
suave con delicados aportes corales acompañando a Lanzon a la voz y con un entrañable sonido de Steel pedal por
debajo a cargo de Sarah Joy.
Retoman el sonido más
reconociblemente Uriah Heep con la instrumental
“Step Overture” como preludio a la vuelta de Makin en la tremenda “Lover’s Highway”, pieza de rock progresivo
llena de matices, destacando los sonidos orgánicos marca de la casa con Lanzon exhibiéndose tirando de
registros entre cambios de ritmo y atmósferas sinfónicas colándose un
encantador toque de trompeta pícolo de Joe
Atkins y la cristalina guitarra de Mitchell,
espectacular. Tras esta exhibición continua el viaje con el delicado sonido de
caja de música y cellos con el que comienza “Donna & Joe” y donde el timbre
grave de voz me recuerda mucho al de Gary
Hughes (Ten) replicado por unas brillantes voces femeninas dentro de una
suave y sólida instrumentación.
Llegamos a “Carolin” con la que rozan
el A.O.R. a medio tiempo con unas deliciosas melodías de voz llenas de calidez
con Andy Caine al frente y de nuevo
con Sarah Joy tirando de Steel pedal
con suavidad y encanto, antes de llegar a “The Bells” tema poderoso y épico de
nuevo con la voz de Makin haciéndose
notar y con unos detalles celtas de violín magníficos complementando las
excelentes teclas de Lanzon y las
guitarras de Mitchell.
El cierre viene otra vez en clave
bucólica y sinfónica con “Forest”, el tema más largo del disco que durante
nueve minutos deja unas magníficas aportaciones vocales femeninas acompañando a
Lanzon a los coros mientras se
desarrolla con acogedora calma pero sin perder nada de cuerpo creando una
fabulosa ambientación con tramos narrativos, intensos y susurrantes completando
un elaborado conjunto lleno de armónica musicalidad.
Espectacular broche para un magnífico
trabajo que creo debería ser de escucha obligada para los seguidores del rock
sinfónico.
Mariano Palomo
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