(Autoeditado)
Lo primero que hay que destacar
es el consabido cambio de estilo, supongo que provocado en buena medida por las
permutas producidas en el seno de la formación, permaneciendo únicamente como
miembro fijo desde su fundación el cantante y guitarrista Ibai Marín. Junto a él han
dado forma a este “V” el batería Alex Lobato, el bajista Manex Etxeberría y el guitarrista Mikel Lazkano. También participan como
invitados Nacho Ferrer que se ha
encargado de las orquestaciones y arreglos de cuerda, y el teclista Fredi Peláez.
A pesar de todos estos cambios hay
cosas que se mantienen, como la calidad de la banda, o como el hecho de seguir
apostando por el euskera como lengua para sus textos, algo esto último
absolutamente respetable e incluso admirable, pero que creo que en cierto modo
puede limitarles a la hora de llegar a un mayor número de público. En cualquier
caso yo euskera entiendo más bien poco tirando a nada y he disfrutado mucho de
las canciones de Hira, que al final
es de lo que se trata.
Comenzando por un pelotazo como “Eztanda”
que se encarga de abrir el disco de forma potente y guitarrera con unas buenas
melodías vocales doblándose sobre un riff marcado y cañero que me recuerda a
los suizos Gotthard, como me sucede
a continuación con la más dura y rasgada “Burbuila” con algo menos de ritmo
pero también tremendamente expresiva y efectiva. Más o menos por esos mismo
derroteros se desarrolla “Izarraren Hauts Zuria”, algo más ligera pero marcada
por unos fraseos de guitarra muy contagiosos llenos de fuerza y melodía,
dejando cierto regusto en su base rítmica a los Talisman de Marcel Jacob.
Van acercándose más al Hard A.O.R.
con la magnífica “Phoenix” sobre todo por el sonido de las guitarras de Ibai y de Mikel empastando perfectamente con su directa y pegadiza melodía
vocal que por momentos me suena un poco a los Beethoven R. más melódicos, avanzando más hacía sonidos más pulidos
y envolventes con la fantástica “Printze Urdina” en la que participa
enriqueciendo su cuidada melodía vocal Mikel
Bizar (Jare, Idi Bihotz). Llegan a relajarse aún más con la bonita acústica
“Doinu Berrien Bila” rodeada de suaves arreglos orquestales que le dan otra
dimensión al sonido del grupo.
Vuelven a rasgarse las guitarras
y acelerarse el ritmo con la clara y directa “Ametsen Putzua” reiterando unos resultones
acordes que se quedan a la primera, como sucede en la ágil “Zein Baino Zein”
cortada por un fuerte riff que incide sobre su rotunda base aligerándose en su
estribillo rodeado de buenas aportaciones de órgano de la mano de Nacho Ferrer. Algo menos de ritmo pero
más melodía para “Nire Onena Zu” que tiene un no sé qué, quizá su melodía de
voz y guitarra más tranquila, que me recuerda a los nipones Earthshaker, o será que el euskera me
suena un poco como el japonés, pero el caso es que es de los temas que más me
ha gustado.
Para el final otros dos cortes
notables, la festiva y clara “Rock Tonight” que es puro Hard A.O.R. sencillo y
pegadizo que si hubiera que escoger un single seguramente sería el elegido, con
ese aire de las bandas españolas del género como Ice Blue o Strangers. El
cierre definitivo viene en calve de balada con la cálida “Boulevardeko
Geltokian” llena de sentimiento ejecutada únicamente con la voz de Ibai acompañada de una suave guitarra
acústica y con algunos arreglos de cuerda completándola como romántico colofón para
un excelente trabajo de una banda a la que a partir de ahora seguro que marcaré
mucho más de cerca.
Mariano Palomo
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