(Santo Grial Records)
Los barceloneses Regresión siguen avanzado con paso
firme en su cada vez más consolidada carrera. Desde que en 2004 grabaran su
primer trabajo homónimo el quinteto catalán no parado de crecer ofreciendo con
cada entrega sucesiva muestras de mayor y mejor nivel tanto compositivo como
interpretativo, siempre con el heavy rock como base y con la reivindicación y
la crítica social muy presente en sus textos. Ya con su segundo disco “Revolución” (2008) empezaron a tener
mayor presencia en medios y festivales, pero fue con “Santa Decadencia” en 2010 cuando entraron de lleno en la escena
nacional completando un más que notable trabajo.
Ahora, y tras la publicación en
formato digital del EP “Estrella Del Rock”
hace un par de años, refrendan todas esas buenas sensaciones con este “Prisioneros”, un disco contundente y
directo, pero lleno de matices, en el que una vez más se muestran tremendamente
críticos con la situación socio-política actual, pero siempre con un gran
tratamiento musical, los temas son bastante más que meros mítines, como por
desgracia les pasa a otras bandas que sacrifican la música en pos de un mensaje
con el que, por otra parte, se podrá estar más o menos de acuerdo.
Empiezan a ponernos en situación
con una breve instrumental que da título al trabajo creando una ambientación
suburbial y algo angustiosa que enlaza con la potente “5 De Noviembre” en la
que las guitarras de Pablo González
y Toni Sánchez se doblan con fuerza
y acierto imponiéndose sobre unos mínimos teclados, dejando que la voz de Pedro Guijarro se exprese con poderío,
resultando luego desafiante en la trabajada “Corre! Escóndete!” donde los
redobles de José Ignacio Uría y el
bajo de David Pérez sustentan un
ritmo cortado en el que su estribillo golpea con rabia.
Continúan en clave más hard con
la sarcástica “Dr. Muerte” en la que sus guitarras afiladas son rebajadas por
unos curiosos toques de teclados acompañando otro potente estribillo y otro
solo de guitarra doblado de nivel, pasando a un sonido más crudo en la
desafiante “Cautivo” con algún golpe de megáfono incluido, para sorprender
luego en “El Knaya” pura ironía a ritmo rocaknrolero con unos arreglos de
teclas de lo más curiosos.
Tras este momento medio vacilón,
llegamos a dos de los temas que más me han gustado del disco, “Lévame Contigo”
contagiosa y dinámica con unas buenas guitarras de alto octanaje y con estribillo
medio festivo que bien puede recordar a los madrileños Beethoven R. o a los vigueses The
Mirage. Y “No Nos Van A Parar”, heavy rock potente y claro, con unas
guitarras frescas y unas muy buenas melodías vocales perfectas para rodear su
mensaje de autoafirmación y lucha rockera. Tampoco está nada mal, aunque con un
sonido más sombrío “Voces” con unos coros armónicos que resaltan sobre una
instrumentación menos resultona de nuevo con algunos acertados aportes de
teclados.
El final lo ponen la melancólica “Déjame
Soñar” puro heavy rock clásico nacional desarrollado a medio tiempo destilando
un añejo encanto ochentero, y la venenosa “Estrella del Rock” que rescatan de
su anterior EP suponiendo un magnífico cierre con su rollo macarra y
rocanrolero lleno de tópicos (sexo, drogas y R&R) pero tratado con una
gracia y actitud que hacen que no resulte tan previsible.
Disco más que interesante, bien
producido por la propia banda, con un sonido claro y rotundo, pero sobre todo
con un puñado de buenos temas que podrían convertirse en himnos a poco que
tuvieran la repercusión necesaria, bien por Regresión.
Mariano Palomo
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