Cinco años después de
sorprendernos con un interesante trabajo, el dúo formado por Michael Kiske y Amanda Somerville, vuelve a ofrecernos una más que notable colección
de composiciones en las que las manos de Magnus
Karlsson y Mat Sinner se dejan notar
claramente. Si bien tiene algo más de protagonismo la voz de la cantante
americana afincada en Europa, el germano también aporta su única e
inconfundible voz para crear momentos realmente remarcables, todo ello sobre
una trabajada y brillante instrumentación donde la labor de Karlsson a las guitarras y teclados
resalta sobremanera, sin olvidarnos de la solidez del mencionado Sinner al bajo y de la soberbia pegada
de la percusionista Veronika Lukesova.
Todo esto empezamos a comprobarlo
desde el corte inicial que da título al disco, un tema de gran ritmo, clara
melodía y compacta instrumentación que en clave heavy melódica nos engancha
dejando cierto aroma a Avantasia por
su punto épico. Tras unas alternancias vocales marcadas, continua el contraste
en la envolvente de ritmo tibio “Walk On Water” con unas guitarras cristalinas
que lucen sobre unos teclados que la dotan de cierta teatralidad, como sucede
en “Salvation” con mayor carga sinfónica y cierto misterio rodeando a su
potente base rítmica.
Pomposidad y energía en “Rising
Up” tremendamente pegadiza con su estribillo arriba rompiendo dentro un ritmo
cabalgante que seguramente hará las delicias de los más power metaleros, con Amanda claramente erigida en
protagonista de la historia, al igual que en la magnífica “Lights Out” más
melódica pero igualmente efectiva con unos buenísimos aportes marca de la casa
de Kiske, o en la más floreada “Open
Your Eyes” en la que su estribillo coreado marca prácticamente su desarrollo
acabando por ser de las más resultonas.
Más preponderancia de las
guitarras en la dinámica “Last Goodbye” con unas rítmicas que inevitablemente
recuerdan a los mejores tiempos de Helloween
pero con esas alternancias vocales que le dan un toque tan especial, y con
espectacular trabajo a cargo de Karlsson,
que vuelve a salirse en la evocadora “Run With A Dream”, menos inmediata pero
con un gran entramado sonoro, como sucede en la equilibrada “Breaking Neptune”
en cuya composición ha colaborado Sander
Gommans, compañero de Somerville
en After Forever, completando otro
intenso corte donde arreglos orquestales y voces encajan con acierto.
En una onda más tranquila nos
dejan “Oceans Of Tears” donde el delicado dramatismo de las voces y la sombría
intensidad de sus arreglos cran una ambientación melancólica rota por un
espectacular solo de guitarra, tornándose más romántica en “After The Night Is
Over” un delicioso medio tiempo en el que Kiske
exhibe sus mejores armas melódicas junto a unos bonitos rasgueos acústicos. Para
el cierre vuelve a ceder los primeros planos a Amanda que irrumpe enorme en la grandilocuente “Right Now”, sensual
y poderosa dentro de unos cambios de ritmo bien matizados.
Buen cierre para esta notable
obra llena de clase y talento, donde no solo los protagonistas principales
brillan, teniendo mucho que ver los que no aparecen en la cabecera de la
portada. Por la cantidad y calidad de colaboraciones que lleva ya a sus
espaldas parece que el señor Karlsson
lleva camino de convertirse, junto al propio Mat Sinner, Dennis Ward
o Erik Martensson, en uno de los músicos
más solicitados del hard & heavy europeo, si no lo es ya.
Mariano Palomo
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