(Indie Recordings)
Más de dos años después de su celebración
nos encontramos con el lanzamiento en formato CD y DVD del concierto en el que
se conmemoran los treinta años de carrera de la banda noruega TNT. Todo un documento en el que podemos
encontrar un buen recorrido por la historia del grupo tanto en su set list como
en sus participantes, siempre con el peculiar y genial guitarrista Ronnie Le Tekro al frente.
El concierto tuvo lugar el 2 de
junio de 2012 en el Hotel Clarion de Trondheim, ciudad originaria de TNT, que también aporta a su Orquesta Sinfónica para engrandecer aún
más el evento, haciéndolo además de forma muy adecuada en mi opinión, resaltando
en momentos puntuales y oportunos, pero sin eclipsar la esencia de los temas
originales.
Tres décadas de altos y bajos
recogidas en casi ochenta minutos de música magníficamente ejecutada y
escogida, cargando las tintas lógicamente en la etapa más exitosa y brillante
de la formación a mediados de los ochenta, pero sin obviar ninguna de ellas. Esa
etapa más brillante tuvo como fontman junto a Le Tekro al vocalista norteamericano Tony Harnell, con el que la banda dio el salto de calidad
definitivo dejándonos sus mejores trabajos en estudio “Knights Of The New Thunder”, “Tell
No Tales” e “Intuition”, para
después ir poco a poco cayendo sus sucesivos lanzamientos en calidad y
popularidad hasta 1999, para volver con más fuerza y acierto en 2004 con discos
bastante interesantes como “My Religion”
o “All The Way To The Sun”.
Tras este último disco y su
pertinente directo registrado en la sala Arena de Madrid, Harnell fue sustituido por el británico Tony Mills (Shy, Siam) que puso su a otros tres álbumes correctos
pero algo menores “The New Territory”,
“Atlantis” y “A Farewell To Arms”, con sus respectivas giras que terminaron con
el concierto que nos ocupa suponiendo la vuelta del vocalista americano a las
filas de la banda.
Comienza el repertorio de este
show a lo Emerson Lake & Palmer
con la orquesta interpretando “Fanfare For The Common Man” que da paso a una
versión más sofisticada y algo menos afilada de “Invisible Noise” que su
inconfundible riff y sus gran melodía
vocal ya nos va metiendo en harina. Más caña y crudeza con “Substitute” y “Refugee” todas hasta ahora con Tony Mills a la voz
dejando sus subidas y tonos característicos ya con una participación más
discreta de la orquesta dejando más espacio a la pegada del fornido batería Diesel Dahl y del bajista Victor Borge para que Le Tekro deje momentos punzantes y
melódicos.
Previa presentación de Tony Harnell por parte de Hank Von Helvete, cantante de Turbonegro, los redobles de “As Far As The
Eye Can See” son recibidos con entusiasmo por el público que acaba coreando su ultra
melódico estribillo en una exigente y competente interpretación vocal apoyada
por la fantástica aportación de las dos coristas que acompañan al grupo dándole
un plus de calidad e imagen a la banda (como pudimos comprobar de primera mano hace
unos meses en el Sweden Rock Festival), rematando con un breve guiño a “Carry
On Wayward Son” de Kansas.
Siguen enganchando con la rápida
y poderosa “Downhill Racer” en la que vuelve a hacerse notar la orquestación,
para volver a terrenos más melódicos con el himno “Intuition” de nuevo con el
público coreando su estribillo y con las teclas teniendo una presencia
destacada.
Momento evocador y entrañable con
la preciosita entrada orquestal de la balada “Northern Lights” dedicada al
fallecido ex teclista Dag Stokke con
la voz de Harnell apasionada junto a
la mágica guitarra de Le Tekro que
empasta espectacularmente con la orquesta, para exhibirse a continuación, tras ser presentado por Dee Snider como el guitarrista más infravalorado del mundo, con un
extenso solo apoyado por la base rítmica de Borge y Dahl dejando
patente su virtuosismo primero de forma más rockera con su característica
distorsión sucia, y luego siendo mucho más delicado con la envolvente “Magica
Lanterna” adornada por un suave sonido de arpa que luce sobre el resto de la
orquestación, rematándose esta fase instrumental del concierto con un solo de batería de Diesel Dall dentro de la circense “Sabre
Dance”.
Cambio total para transportarnos
a los inicios del grupo allá por 1982 recordando su primer trabajo homónimo
cantado en noruego en una línea más básicamente heavy de lo que luego sería el
sonido TNT, y que para la ocasión
contó con el vocalista que lo grabó originalmente Dag Ingebrigsten para volver a poner su voz más áspera a la
motivante “Harley Davidson” ampliamente coreada por los asistentes, la sencilla
e igualmente coreable ”USA” que sigue manteniendo su encanto primario, cerrando
este bloque con la atormentada balada “Eddie” llena de pasión vocal, resultando de
lo más emotiva con su envoltura orquestal.
Curioso recuerdo para la
romántica “June” en modo swing-crooner a cargo de Tony Mills junto a la orquesta, para dejar paso a la contagiosa “My
Religion” cortando su desarrollo con unas enormes voces casi a cappella del propio Mills junto a la de Harnell,
llegando a la inmensa “Everyone’s A Star” únicamente de nevo con la voz del británico adaptándose a sus capacidades sin resultar tan excesiva como
antaño bien ayudado por unos grandes coros y con el bajo de Borge resaltando sobre el ritmo marcado
por las palmas del personal.
Llegamos casi al final con “10.000
Lovers In One” que resulta emocionante con su entrada dirigida por Harnell y coreada a pulmón por el
público para acabar tan electrizante y melódica como de costumbre con los coros
llenándola de magia junto a los adornos orquestales justos, que toman mayor
peso curiosamente en un tema más heavy como “Seven Seas” que con sus aires
épicos encaja perfectamente creando un climax total con los tres cantantes participantes durante el concierto alternando en su interpretación para que acabe siendo
coreada por todos.
Gran cierre para un señor
documento que me ha vuelto a hacer disfrutar tremendamente de uno de mis grupos
de cabecera y que espero que sigan haciéndolo mucho más tiempo.
Mariano Palomo
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