(Blue Dolphin Music)
El talento creador de Kike G. Caamaño, multiinstrumentista de
origen gallego afincado en Málaga, acompañado una vez más por el vocalista
escandinavo Jacob A. Poulsen, ha
vuelto a dar frutos en forma de una docena de cortes que integran su última y
brillante entrega discográfica de su proyecto Asha bajo el título de “Emotional
Intelligence”.
A pesar de su larga trayectoria
que arrancaba hace más de treinta años con un puñado de interesantes
lanzamientos a sus espaldas, no sé exactamente por qué razón Kike nunca ha sido todo lo reconocido
que debiera, me incluyo en el despiste ya que hace relativamente poco que yo
también lo descubrí. Seguramente haya sido por su forma de trabajar
absolutamente independiente y sin ningún tipo de ataduras ni creativas ni comerciales
por lo que no haya llegado a muchos sitios, algo que obviamente tiene sus pros
y sus contras, pero que me parece de lo más honesto y consecuente. Y así,
haciéndose cargo una vez más prácticamente de todo, el señor Caamaño vuelve a poner en circulación
un nuevo CD.
Siguiendo con su línea de
brillantez instrumental y compositiva nos ofrece temas que podríamos catalogar en
general como de rock progresivo, pero cada uno con su propia historia y
personalidad, algunos más experimentales y menos inmediatos con la extensa “From
The Ashes Of The Angel’s Death” como máximo exponente, en la que encontramos
todo un catálogo de arreglos y giros técnicos yendo desde sonidos electrónicos
a acústicos de piano, pero sin olvidar la buena aportación vocal de Jacob en un tono cercano a lo teatral.
Igualmente intrincada pero más
dura y densa nos encontramos con “Cry In Silence” de lo más heavy del disco
sobre todo por su tratamiento vocal, como lo es en menor medida la divertida “Dogwalker”
más ágil y accesible a los oídos menos educados en estas lides, con ese original
toque a lo Freak Kitchen en sus
arreglos “marcianos” que salpican otros cortes como la curiosa y rotunda “The
Last Letter”, la extravagante “If Memory Serves”, la actual más hard “Brand New
Day” o la más enrevesada pero igual de convincente “A Man Without Land”.
Todos los temas anteriores me han
gustado, pero dejo para el final tres más melódicos, para entendernos, y que
cuanto más los escucho más me gustan, comenzando por el acertadísimo single “She
Did Something New”, un temazo súper currado con la voz de Jacob más engolada dentro de cierto aire pomp y con unos
desarrollos progresivos espectacularmente ejecutados sin perder enganche y
llegada.
En una línea algo más sinfónica
nos proponen “We Will Be There” que ataca con fuerza en el inicio para ir
suavizándose para llegar una evocadora parte central que me recuerda al “Seventh Son Of A Seventh Son” de Iron Maiden.
El cierre lo pone “Till I Die” otro
tema que bien podría ser elegido como single para sonar en la radio por su
estribillo y melodía vocal más “comerciales” y pegadizas sobre unos acordes y
escalas algo barrocas y románticas, a las que enriquece con sus coros Mayte G. Prieto que también participa
pero dejándose notar menos en la inicial ya citada “Dogwalker”.
Gran final para un gran CD que
encierra una vez más lo mejor de Asha,
y que curiosamente tratándose como se trata del proyecto de un
multiinstrumentista únicamente tiene un tema instrumental muy breve, la bucólica “Tale Of The Tales” completándose el trabajo con la también corta y
acelerada “Emotional Intelligence”. Esto demuestra que sin ser el estilo más
fácil de digerir, se puede hacer muy buen rock experimental, progresivo,
extraterrestre, o llámalo como quieras, sin caer en la sobreexposición de
cualidades técnicas sin sentido resultando bastante entretenido y atractivo.
Mariano Palomo
No hay comentarios:
Publicar un comentario