(Frontiers Music)
Con la formación original al
completo, algo poco habitual por otra parte, retoman la actividad discográfica
después haber participado en algunos festivales de cierto renombre y de tocar
en algunas fechas esporádicas tanto en América como en Europa. Con el cumplidor
vocalista Derek Davis al frente
haciéndose cargo también de algunos teclados y guitarras acústicas para dar
respaldo a Ron Freschi y John Mathews, la pareja de hachas que
desarrolla una notable labor sin necesidad de excesos de virtuosismo, al igual
que el bajista Robb Reid y el
batería James Pacheco.
En cuanto a los temas siguen la
misma línea que conocíamos de sus primeros discos, hard potente y melódico, con
momentos bastante cañeros, como la inicial “Crash and Burn” de ritmo alto,
áspera voz y crudas guitarras sin dejar de lado la melodía, dejando un cierto
regusto a lo Skid Row. En esta misma
onda pero con un ligero toque bluesy nos dejan la sinuosa “She Likes To Give It”
con Derek rompiendo casi su voz
entre insinuantes notas creando una sensual ambientación.
Empiezan a aparecer los sonidos
acústicos en los rasgueos iniciales de “Fool On Fire” rompiéndose con un
incisivo riff dentro de un tempo medio con mucho cuerpo y melodía en sus voces
brillando el trabajo de guitarras sobre unos discretos teclados, continuando
más relajados en la bonita “One Million Miles” de nuevo con elementos acústicos
y de piano completados por unos rítmicos aportes de pandereta con las guitarras
más tranquilas pero con mucha clase, al igual que en el intenso medio tiempo “Tears”
llegando con claridad y poderío en su estribillo rematando con un notable solo
doblado.
Vuelven a recordarme a Skid Row, sobre todo por la voz de Derek en “Rags To Richies” arrastrando
un poco su arrogante timbre a lo Sebastian
Bach acompañado por unos coros rasgados en su estribillo dentro de un ritmo
marcado pero atemperado sin acabar de romper, suavizándose en la romántica “Last
Time For Love” de estribillo reiterado rodeado de delicadas voces, como sucede
en la más dura “I’m Not Good For You”, agradable pero algo sosa.
Más animada resulta “Saturday Night”,
típica canción sencilla y fiestera de riffs cañeritos, percusiones alegres y estribillo
claro en todo lo alto, tan efectiva como previsible antes de cerrar el trabajo
con la menos brillante “Don’t Tell Me Tonight” con ritmo e intención pero un
poco opaca en su sonido de guitarras aligerado en la melodía de su estribillo.
Final correcto, para un disco correcto, sin excesos, con buenos momentos, y que
para escuchar sin demasiadas pretensiones pasa aprueba más que de sobra.
Mariano Palomo
No hay comentarios:
Publicar un comentario