miércoles, 21 de septiembre de 2016

DGM “The Passage”


(Frontiers Music)
El de DGM es uno de los mejores ejemplos de cómo hacer metal-rock progresivo de altísimo nivel sin resultar excesivamente pesados ni cargantes para los menos iniciados en el género. Algo tuve ocasión de empezar a comprobar cunado les descubrí hace unos cuantos años a través de su fantástico disco “Frame”, al que sucedió en 2013 el no menos brillante “Momentum” y que ahora se ve superado en mi opinión por este espectacular “The Passage”.
Pero la historia de estos italianos comienza nada menos que en 1997, suponiendo esta ya su octava entrega discográfica, y siguen demostrando su tremenda técnica compositiva siendo capaces de crear piezas de compleja elaboración pero bastante asequibles para el gran público. Comandados por el notable guitarrista y teclista Simone Bullaroni, al que acompañan el cantante Marco Basile, el bajista Andrea Arcangeli, el batería Fabio Costantino y el teclista Emanuele Casali, dan forma a los once cortes que componen este disco que se abre de forma pomposa y grandilocuente con las dos partes de “The Secret”, pura exhibición de técnica progresiva y melódica que se prolonga durante más de cuarto de hora de forma espectacular dando espacio y protagonismo a cada uno de los miembros de la banda pero todo dentro de un conjunto perfectamente ordenado y coherente con sus correspondientes cambios de ritmo pero sin perder el hilo conductor principal resultando de lo más intenso y entretenido.
Tras la exhibición inicial nos encontramos con el corte que yo elegiría como tema de choque del disco, “Animal”, como su nombre indica una auténtica animalada de canción llena de fuerza sobre el duro riff de guitarra que lo sujeta entre unas teclas menos protagonistas pero igualmente presentes sobre las que brilla con fuerza una evocadora melodía de voz con un Basile impresionantemente expresivo dejando un estribillo recordable y vibrante.
Giro más contundente a lo Symphony X en la cortante y nítida “Ghost Of Insanity” metal progresivo de alto octanaje no exento de melodía con la participación de uno de los referentes vocales del género como es Tom Englund (Evergrey) dando su toque de clase, antes de seguir golpeando de forma poderosa con “Fallen” de ritmos más pesados con unas guitarras de distorsión alta rasgando sobre una rotunda base rítmica sobrevolada por una clarísima y embaucadora melodía vocal que recuerda aún más a la banda de Englund que la propia “Ghost Of Insanity” en la que participa.
Continúan exhibiendo técnica y pegada con “The Passage” salpicada de unos virtuosos cambios y arreglos llenos de poderío y clase, para relajarse luego un poco con la breve “Disguise” casi dos minutos de profunda e intimista interpretación vocal y de piano creciendo con fuerza hasta desembocar en “Portrait” acelerando y matizando con la voz de Basile de nuevo mostrando su gran versatilidad compartiendo protagonismo con la guitarra que se marca un vertiginoso duelo a modo de solo compartido con los teclados, redondeando otro de los cortes más destacados del disco.
Sorprenden en la recta final con la más hard rockera “Daydreamer” con guitarras más crudas y arrastradas creando un sonido con mucho rollo dejando a un lado la pomposidad y complejidad habituales, recuperándolas en la enérgicamente metalera “Dogma” donde deja su sello el guitarrista invitado Michael Romeo (Symphony X) haciendo que el tema inevitablemente suene a su banda de forma desafiante y melódica.
El cierre definitivo lo pone la lenta e insinuante “In Sorrow” que acaricia suave en modo acústico con un embaucador pellizco a lo Queensryche que sirve para completar un gran disco que confirma a DGM como una de las formaciones más interesantes del progresivo en la actualidad.
Mariano Palomo

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