Los incondicionales del HEAVY METAL con MAYÚSCULAS
estamos de enhorabuena. Por fin vuelven los grandes, los inconmensurables, los
líderes indiscutibles del metal mundial, aquellos que llegaron a número 1 en
USA, por supuesto, hablamos de los grandes colosos Gigatrón. ¿De quién si no?
Desde “Mar De
Cuernos” ha pasado la friolera de nueve años. Los fans lo hemos pasado
realmente mal aguardando esta nueva entrega, aunque en honor a la verdad hay
que recordar que esta interminable espera se ha visto mitigada por los
video-clips que han aparecido en youtube, “Apocalipsis Molón” y “Heavy Hasta La
Muerte”. En este tiempo ha habido algunos cambios en la formación de la
superbanda (sería poco llamarles banda). El bajista Mazinger Molina ha pasado a ocupar su gran talento en la batería,
tomando su lugar a las cuatro cuerdas Mike
Ferralla, quien recordemos que anteriormente era uno de los guitarristas.
En la guitarra queda en solitario el nuevo fichaje Dave Demonio, y a la voz permanece el insustituible Charly Glamour. El grupo queda pues, en
cuarteto. En líneas generales vemos que en nada han perdido su autenticidad y
su fidelidad al heavy.
Tan pronto arranca el CD con “Speed Thrash Big Bang”,
que revindica el valor del metal como fuente de energía, podemos comprobar con
alborozo que Gigatrón siguen siendo
los mejores. Si en “Mar De Cuernos”
se atrevieron a tocar todos los palos del hard, desde el rock andaluz al rock
callejero, pasando por los sonidos extremos, con la canción “Sangre Y Fiambre”
se atreven con la única variante del rock que les faltaba, el rock rural, O
quizá mejor dicho, roz rurá, género que popularizaron hace casi cuatro décadas
maestros como Fernando Esteso, La Charanga Del Tío Honorio o Manolito Rollo. Pero la sucesión de
sorpresas no deja pausa. “Esténtor” habla de un hasta ahora desconocido héroe
homérico, cuyas hazañas alcanzan o sobrepasan a las de los legendarios Hércules o Aquiles. La ya mencionada “Apocalipsis Molón” la conocíamos de
sobra gracias a su genial vídeo-clip. También hay cierto sitio para el reflejo
social, en “Festival Del Mal” se plasman fielmente las sensaciones que provocan
los viajes a los grandes festivales. “Hijos De Mordor” tiene un título que
habla por sí solo, y prácticamente podemos decir lo mismo de “Rollo Primitivo”.
Unos bellos toques de rock medieval son la
introducción a la épica y majestuosa “Queridodín”, dedicada al metálico padre
supremo de la mitología nórdica. También vuelven a interpretar letras de
carácter político y social, con “Metalocracia”. Todos los músicos del mundo
pueden sentirse identificados con la bonita letra de “Héroes Del Power”, un
homenaje a todos aquellos que se esfuerzan tratando de sacar adelante su propio
grupo de heavy metal. El amor a la bebida queda reflejado en “Hard´N´Piripi”,
mientras que “Mi Alegre Mazmorra” está protagonizada por un simpático tipo que
se dedica a torturar a quienes no profesan total fidelidad al heavy metal. El
broche de oro de este trabajo es la operística “El Barbero De Vallekas”.
Pese a que resulta de todo punto indiscutible que nos
encontramos ante una obra maestra, hay algo que debemos reprocharles a Gigatrón. ¿Dónde está la magistral
“Heavy Hasta La Muerte”, la vilmente plagiada por Twisted Sister bajo el título “We´re Not Gonna Take It”? Hemos de
suponer que la reservan para el próximo disco, o quizá para una futura edición
especial de “Atopeosis 666”.
Nacho Jordán
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