Los enormes Foreigner tuvieron a bien realizar recientemente unos cuantos conciertos
recordando una de las obras maestras de la historia del A.O.R. su maravilloso
álbum “4”. Durante algunas noches
desplegaron casi íntegramente su mágico track list acompañándolo de un puñado
de clásicos de otros discos de la banda, dando como resultado unas veladas que
seguro resultaron inolvidables para los que tuvieron la suerte de asistir en
directo a las mismas. Ahora el resto de los mortales podemos disfrutarlo en
diferido, concretamente los shows que tuvieron lugar los días 3 y 4 de octubre
en el Hotel Borgate de Atlantic City.
Con un sonido extraordinario, nítido,
compacto, matizado, cálido, sencillamente sublime, Mick Jones (guitarra), Kelly
Hansen (voz), Jeff Pilson (bajo),
Tom Gimbel (saxo, guitarra, flauta),
Michael Bluestein (teclados), Chris Frazier (batería) y Bruce Watson (guitarra), realizan una
magistral interpretación comenzando por media docena de los temas del disco
homenajeado. Comenzando, tras un breve medley enlatado de retazos de algunos de
sus clásicos, con una potente “Night Life” ideal para engancharnos ya con su
ritmo y poderío sustentados sobre unas buenísimas teclas y un brutal estribillo.
Se relaja la marcha con la seductora
“Woman In Black” algo más opaca y seria pero igual de competente, para llegar a
una inconmensurable interpretación del himno A.O.R. “Urgent” destilando feelin’
y elegancia con un inicio más suave que el original hasta llegar a un
sobrecogedor repunte de saxo a cargo de Gimbel
que se explaya junto a un no menos grande Kelly
Hansen, clase y poderío por arrobas. Algo que sigue marcando la magistral “Waiting
For A Girl Like You” una de mis baladas favoritas y en la que las teclas de Bluestein y los coros del grupo suenan
perfectos llenando todo de un enorme sentimiento.
A la estela de la anterior va
creciendo la teatral “Break It Up” con un punto de dramatismo remarcado por las
pulsaciones de bajo de Pilson y los
golpes de batería de Frazier junto a
unos sobrecogedores coros y teclados, para bajar el pistón notablemente con la
evocadora balada “Girl On The Moon” deliciosamente ejecutada en clave acústica
de forma preciosista con todo sonando en su sitio para cerrar la primera tanda
de temas de “4”, al que vuelven a
recordar al final con otro de sus hits.
Aunque para hits los cinco
elegidos a continuación, comenzando por “Say You Will” interpretada como la
anterior en formato acústico ralentizado respecto a la original con una delicada
incursión inicial de flauta travesera y en la que las percusiones y coros le
dan un toque distinto pero absolutamente encantador, como sucede con la
positiva e igualmente decelerada “Feels Like The First Time” que una vez más me
transmite un tremendo buen rollo.
Un punto más de intensidad para “Cold
As Ice” que arrulla con su melodía vocal sin perder nada de potencia y pegada
con unas voces dobladas rozando el soul y con un sonido de piano perfecto,
bueno todo suena perfecto, y con un curioso solo de órgano lleno de virtuosismo
y un mínimo guiño a “Black Night” de Deep
Purple. Inmediatamente llegamos al momento Jones con un solo precediendo a una no tan lucida “Hot Blooded” a
la que la ralentización no le sienta tan bien como a sus predecesoras y que se
alarga de nuevo en su final con otro solo de guitarra. Sin estar mal es la que menos me ha convencido.
Mejoran con la siempre emotiva “I
Want To Know What Love Is” que dentro de su grandísimo nivel instrumental se me
queda un poco corta en los coros, seguramente después de haber escuchado la
versión con góspel cualquiera se me quedará corta, pero que es siempre una
delicia disfrutar de ella, como lo hace el público palmeando y cantando su
estribillo.
La guinda la pone una extendidísima
“Jukebox Hero” que supera los trece minutos de duración comenzando por unos
tormentosos efectos que dan pie a una ligera improvisación de teclas y batería
para romper con una marcada rítmica lenta hasta que coge el ritmo normal y, aquí
sí, con los coros brillando junto al potente chorro de voz de Hansen, y de nuevo con el público interactuando
mientras los músicos se explayan con sus instrumentos, sobre todo las
guitarras, alargando un apoteósico final.
Podemos poner como pega a este
lanzamiento que es un directo más de Foreigner
que no aporta nada nuevo, que el grupo lleva cinco años sin sacar material
nuevo, pero que queréis que os diga, cuando algo está hecho con tantísima
calidad se les perdona y siempre es un gustazo escucharlo. Eso sí, esperemos
que no se duerman en los laureles y que no tarden mucho en publicar temas
nuevos.
Mariano Palomo
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