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Fundamental en este sonido es la
labor del guitarrista Lakis Ragazas,
un músico a descubrir que muestra un
poderío y clase tremendos a la hora de rasgar las cuerdas, y que junto al
vocalista R.D. Liapakis, compañero suyo
en Mystic Prophecy y también productor del trabajo, llevan las riendas de esta
pedazo de banda que completan dos veteranos como son el bajista Jari Kaiunalainen (Masterplan, Stratoviarius, Evergrey) y el
batería Jorg Michael (Saxon,
Stratovarius, Running Wild) formando una espectacular base rítmica, haciendo
que todo suene realmente compacto pero sin perder frescura ni melodía.
Como ya veníamos avisados esta
segunda obra no sorprende tanto, pero al menos a mí ha impresionado y gustado
tanto como la primera, mejorándola si cabe en composición, matices e
intensidad. Ya desde el comienzo con la pegadiza “Down On You” empiezan a
convencer a base de guitarras de alto octanaje, ritmos contagiosos, grandes
melodías de voz y poderosa pegada, perfecta para abrir.
Se acentúa la distorsión en “Hollywood
Girl”, con la voz de Liapakis
recordándome bastante a la del gran Jorn
Lande completada por unos fantásticos coros que le dan un rollo sureño setentero
que marca la diferencia, girando a terrenos más rockanroleros y vacilones en “Gimme
Love” que con su clarísimo estribillo coreado a lo Tangier (grupo infravaloradísimo que nombran entre sus influencias
en la nota de prensa junto a Badlands, Cindrella o Tesla, vaya mal gusto que
tienen) y con su frenético riff a lo “Hot For Teacher” de Van Halen resulta de las más directas y destacadas del disco con Ragazas saliéndose con su guitarra.
Cae el ritmo llegando a la
polvorienta “Mr. Jones” con su sonido sinuoso del Delta del Mississippi
presente en forma de slide, pesada pero con mucho encanto acelerando arrogante
y competente al final, para ser sucedida por la rotunda “Can You Feel”
suavizada por sus insinuantes voces en el estribillo pero descarnada en las
guitarras a lo Slash, que se tornan más
stoner en “Rock Forever” cadenciosa pero con mucha llegada, atemperándose en “Let’s
Shake It” de gran estribillo en tonos medios con un ligero toque soul
haciéndola de lo más seductora. Más groove para “Girl Like You”, otro de los
temas llamados a triunfar en directo, pegadiza, melódica pero con peso y
rotundidad, como podrían sonar Badlands
con Zakk Wylde a la guitarra.
Pasión y sensualidad transpira “You
And Me”, con un estribillo ganador y unas crujientes guitarras setenteras que
envenenan con sus rasgueos una caliente melodía vocal a lo Coverdale, acelerando en la más marcadamente sureña “Thunderstone” rápida
composición llena de dibujos sinuosos sobre una base muy clásica pero con
arreglos noventeros creando una atractiva mezcla, decayendo un poco en la más
densa “Suffocated” lineal en su ritmo sin apenas picos pero con una buena
melodía de voz.
Se completa el disco con dos
versiones que, como sucediera en su primer disco con “American Woman” de The Guess Who, llevan a su terreno
respetando su esencia. En esta ocasión las elegidas han sido una ralentizada “Born
To Be Wild” de Steppenwolf, y una
endurecida “Immigrant Song” de Led
Zeppelin con la voz de Liapakis
de nuevo recordando a Jorn,
sirviendo para cerrar definitivamente el álbum.
Muy buen disco, curdo, duro,
potente, pero también melódico, trabajado y nítido, y que supone la
confirmación de este proyecto que no me importaría nada ver en directo, si son
capaces de llevarlo a escena con la fuerza y categoría que exhiben en estudio pueden
ser la bomba. De lo mejor del 2014 para mi gusto.
Mariano Palomo
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