(The Fish Factory)
Como decía su anterior entrega
era algo más heavy de lo habitual dentro de la discografía de Manzano, y en esta nueva obra volvemos
a encontrar su sonido más hard rockero y reconocible pero sin dejar de ser en
absoluto poderoso y con una gran pegada, en la que tiene mucho que ver la labor
del bajista Nico Martínez, que
repite, y del batería Danny Navarro
que sustituye al clásico David Biosca
(Banzai, Tigres, Tebeo), formando una sólida base rítmica con gran presencia a
lo largo y ancho del disco. Se completa la formación con el guitarrista Félix Barcojo, quedando como único hacha
titular de la banda tras la salida de la misma de Fredy Fresquet (Banzai, Tigres, Bon Scott Band, Vizio), pero con la
aparición como colaborador de Tony Baena.
Además Félix compone casi todas las
canciones del disco junto a José Antonio.
El disco, producido por Sue Gere (Star Mafia Boy, Warrior Soul),
ha sido grabado entre Suiza y Barcelona, logrando un buen sonido en su mezcla,
aunque quizá en algunos momentos con el bajo excesivamente alto, será porque Sue es bajista y le gusta dar
protagonismo a su instrumento, aun así todo suena más que correctamente y los
temas entran bastante bien desde un inicio. Comenzando por “Sí, Pero No”,
enérgico corte de hard rock con gancho y pegada dentro de un insinuante ritmo
con un riff que recuerda al celebérrimo “Do You Like It” de Kingdom Come sobre el que Manzano muestra una magnífica forma
vocal cantando con fuerza y personalidad llegando a un claro estribillo
acompañado de buenos coros.
Sigue la misma línea aunque algo
más dura con “Adicción” otro tema poderoso con un punto descarnado que seduce
junto a unas curradas guitarras y al bajo de Nico dibujando acordes que empastan con su contagiosa melodía, para
continuar haciéndonos mover el pie con la más rockera, como indica su elocuente
título, “Rocanrolear”, sencilla,
bailonga, directa, pegadiza, perfecta para el directo con unas muy buenas
voces.
Después de esta primera terna
llena de ritmo, baja un poco el movimiento que no la intensidad con “Demonízame”,
una desgarrada balada en la que José Antonio
exhibe registros y poderío, una composición con fuerza y pellizco redondeada
por un buen solo de guitarra de Félix,
como lo es del de “Especial” con el que vuelven a subir de marcha dejándonos otro
corte tremendamente contagioso con un estribillo reiterado que se clava sin
remedio a la primera, sencilla y efectiva a más no poder, recordando mucho a Beethoven R.
Se repite la fórmula aunque con
algo más de elaboración y peso en sus guitarras en “Santo Tomás”, resultona y
con chispa con otro estribillo pegadizo, metiendo una marcha más en “Nunca
Dejes de Creer” rozando el heavy rock ochentero de Banzai con un ritmo dinámico y motivante con el bajo dejándose
notar sobremanera junto al peso de las guitarras, retomando el sonido más hard
melódico con “Este Falso Amor” más sinuosa en su desarrollo para dejarnos un descarnado
mensaje no exento de cierto sarcasmo.
Llegamos al final con “Perdón”
otro de los temas más heavies del disco dotado de un brioso ritmo marcado por
unas trabajadas líneas de guitarra y bajo sobre las que se eleva la arrogante
voz de Manzano, para cerrar
definitivamente con “No Morirá” más melódica en sus arreglos pero igualmente
intensa en su rítmica con un excelente riff y un magnífico estribillo que sin
subir excesivamente de tono transmite perfectamente su mensaje de
autoafirmación rockera.
Resumiendo, un muy buen disco que
debería estar entre las preferencias de los hard rockeros patrios más clásicos,
y que reafirma a su autor como uno de los artistas españoles que mejor ha
sabido llevar el paso del tiempo desde los remotos ochenta a pesar de las
dificultades con las que se ha encontrado por el camino.
Mariano Palomo
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