(Frontiers Music)
La voz de la señorita Rylin cumple de sobra, abarcando un
buen rango de registros coqueteando en algunos retazos con el lirismo, en otros
con el metal contemporáneo y en las más con el rock melódico o el pop, sobresaliendo
entre una instrumentación excesivamente saturada de arreglos orquestales y de
teclados, con una solvente base rítmica, y con unas aportaciones de guitarra
muy discretas para mi gusto.
Así los primeros temas del disco “Sleeping
Giant” y “Personal Hell” son básicamente metal gótico actual con rotundos
arreglos de cuerda y buenos cambios de ritmo el primero, y más envolvente a lo Evanescence el segundo con las
guitarras de Vetter en modo
prácticamente testimonial sin brillo ni excesiva presencia perdiéndose entre su
orquestación, dejándose notar algo más en “Racing Heart”, de lo más destacado
del disco en mi opinión por su dinámica base rítmica y por su cuidada melodía de vocal con la
esporádica participación de una segunda voz masculina complementando la de Angelica.
Tampoco están mal “Cry Wolf” que
a tempo medio crea un sonido muy melódico y evocador con discretos pero
agradables aportes acústicos y corales, o “Flatline” misteriosa y recitante con
arreglos sintetizados dentro de una limpia ejecución vocal, que antes se
muestra más rotunda en la lineal “Echoes of the Aftermath” igualmente agradable
al oído con más presencia de guitarras pero sin acabar de romper manteniendo la
tónica general.
Algo parecido ocurre con la
bucólica y relajada “Loud as a Wishper” que arrulla y envuelve con sus tonos
medios a lo Blackmore’s Night,
cogiendo más ritmo en la resultona “Singing After Dark” con toques pop actuales
en sus pegadizas melodías, que reiteran en la ingenua “Ode To Everyone”, lo
mismo, agradable, asequible, pero algo insustancial, con poca chicha, como pasa
con la final “Inside, Outside” a mayor lucimiento de Angelica sobre una
instrumentación suave y algo monótona.
Se completa el trabajo con otros
dos cortes que, aunque tampoco sean para volverse loco, tienen más cuerpo e
intención, “Go On” hard melódico rodeado de arreglos sintetizados con ritmillo
pegadizo y estribillo recordable, y la sencilla “In Risk of Rain” más cercana a
sonidos góticos ligeros con una trabajada melodía vocal. Vamos, que sin ser malos
ni sonar mal no acaban de seducirme, como el disco en su conjunto que desde
luego no ha hecho que aumente mi valoración ni curiosidad sobre la banda. Para
tenerlo de fondo y poco más.
Mariano Palomo
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