(The Fish Factory)
Todo ello ejecutado con un
notable nivel técnico y con una energía tremenda en la que, con la poderosa voz
de Gloria Romero al frente, todos y
cada uno de los miembros del grupo llevan a cabo su labor con eficacia, acompañados
de un buen número de invitados que no hacen más que enriquecer el resultado de
final del que es hasta la fecha el disco más completo y atractivo del grupo.
Un disco que abre de forma
rotunda “Aún Sigo En Pie” con una marcadísima base rítmica en la que la pegada
de Pablo Casas a la batería y sobre
todo del recientemente incorporado Nael
Martín al bajo sobresalen dentro de un desarrollo atemperado en el que junto
a las buenas armonías melódicas de voz y guitarra aparecen algunos arreglos
electrónicos que le dan un toque futurista. Metal actual de calidad que sigue
presente en la más acelerada “Ser Uno Mismo” que además de por las logradas
alternancias vocales de Gloria y de Salva Sánchez y por la nítida crudeza
de las guitarras del también nuevo en la formación Juanma Patrón descerrajando riffs y acordes, destaca por su magnífica
letra reivindicando la autenticidad frente a la impostura de los medios.
Letra también acertada a cerca
del acoso escolar la que aporta el abogado y escritor Montiel de Arnáiz para “Dios Del Trueno”, perfectamente rodeada de
sonidos heavy-power limpios y poderosos, con un ligero barniz sinfónico por sus
teclas a lo Royal Hunt completando
la potente aportación de la pareja de vocalistas resultando de lo más expresivo
y pegadizo del CD. Antes nos dejan un corte menos directo pero igualmente
rotundo como es “Reflejos” donde resaltan sus buenos dibujos de guitarra por
encima de sus voces más agresivas.
Se prolongan las bases power
metaleras en la galopante “Nuestra Revolución” creándose de nuevo un intenso
dueto entre Gloria y Salva acompañado de unos directos
coreos dentro una ambientación épica de puño en alto con cierto deje bardo que
me da la sensación que puede dar mucho juego en directo. Tras esta pieza
festivo-reivindicativa nos encontramos en la breve intro “Encrucijada” unos
curiosos sonidos orientales de la mano de Chiqui
García y su bouzouki y sus percusiones que enlazan con el sitar de Javier Roldán en el inicio de otro de
los temas más trabajados “¿Víctima o Verdugo?” en el que con una base power
progresiva van desgranando su fiereza y arrogancia vocal creando un inquietante
diálogo adornado por un buen solo de guitarra de Justi Bala (Sphinx).
Se meten en terrenos más oscuros
con “El Bosque” creando una terrorífica atmósfera cercana al death metal replicada
por las aportaciones más limpia de Gloria
que la aclara sobre todo en su estribillo, resultando más melódica para
replicar la fiereza de Alberto Díaz
(Overdry) en la agresiva “Némesis” tema de base thrasher machacona que se
relaja en algunos momentos pero que acaba resultando aplastante por su marcado
groove.
“El Castigador” con sus
desafiantes coreos y su ritmo incisivo también tiene algo de técnica thrash con
Salva haciéndose cargo de la voz
principal acompañado de nuevo por otro buen solo de guitarra Justi, antes de encarar el tramo final
con “Mientras Duermes” con destacada presencia del bajo de Nael con una afinación muy alta que marca su ritmo cortándolo entre
las estrofas alternas de los vocalistas y la sólida pegada de Pablo a la batería en clave heavy
actual.
Los dos últimos cortes del disco
son de lo más intenso, sobre todo el que le da título “Karma” donde exhiben un gran
gusto y capacidad compositiva alternando momentos tremendamente melódicos de armonías
instrumentales y vocales con la participación de los cantantes Tete Novoa (Saratoga), Alfred Romero (Dark Moor) y José Vicente Broseta (Opera Magna) y
del guitarrista Nando Perfumo (The
Electric Alley) que mete un espectacular solo, creando entre todos una
maravilla de más de siete minutos que no desentonaría en la discografía de Avantasia, Avalanch o Dark Moor.
El colofón lo pone “Dharma” con
un sonido menos vibrante pero igualmente intenso dentro de unos ritmos más
cadenciosos rodeados de arreglos de teclas entre los que se cuela de nuevo el
sitar indio de Javier Roldán y las
percusiones orientales de Chiqui entre
unos grandes coros que doblan la voz limpia de Gloria y la áspera de Salva,
antes de meter un acelerón guitarrero con un punzante solo de Juanma.
Resumiendo, disco muy completo,
con muchos detalles por descubrir y que debe suponer el despegue definitivo de Guadaña dentro del metal nacional.
Mariano Palomo
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