(Frontiers Music)
Una voz que encaja perfectamente
en la propuesta instrumental de las composiciones de este disco homónimo con el
que la banda está empezando a darse a conocer, y en las que los sonidos tanto
de la guitarra de Goldy como de la
batería de Appice son bastante
reconocibles, dentro de una onda hard-heavy de corte americano, con
reminiscencias de las bandas en las que han participado los protagonistas de la
obra, y que creo que agradará bastante a sus fieles.
Comenzando por una magnífica “Distant
Prayer” tema potente en su base y guitarras centrales pero tremendamente
melódico en sus líneas vocales y arreglos que le dan un tinte evocador que me
recuerda a los Blue Murder de John Sykes, al igual que me sucede con
la envolvente y tremendamente sólida “Silent Wonder” de magníficas melodías de
voz, y en menor medida con la más pesada pero tremendamente adictiva “Fallin’
For You” sobrevolada por unas inquietantes teclas que le dan un toque especial
junto a la expresiva aportación vocal de West.
La referencia al sonido Sykes, pero más cercano a Whitesnake, la encontramos en dos de
los cortes más destacados del trabajo, la bella e intensa “Never Say Goodbye”
balada-medio tiempo maravillosamente compuesta e interpretada con gran gusto y
sentimiento, así como la embrujadora “Path of Love” de guitarras rotundas y
sinuoso ritmo con unos buenos coros y con un original solo de Goldy apoyado ligeramente por un
discreto sonido de órgano.
Los aromas setenteros inundan la
cadenciosa “Livin’ Out Loud” con un ramalazo blues pesado a lo Zeppelin dejando un estribillo reconocible
entre el alto octanaje de sus guitarras y el acerado acompañamiento de sus
teclas. Siguen con un ritmo atemperado y algo misterioso en la más ligera “Wash
Away” que gana enteros claramente con la entrada de los coros acompañando en
estrofas y estribillo, siendo más discretos en la evocadora “Who Did You Run To”
con unas incisivas guitarras que junto a su interpretación vocal me recuerdan a
Lynch Mob.
Con “Had Enough” exploran
territorios algo más heavies pero sin olvidar para nada la melodía avanzando
sobre un marcado fraseo de guitarra rodeado de teclas dejando un claro
estribillo sin subir demasiado el tono, como sí lo hacen en la trabajada “Don’t
Have To Fight No More” que con un ritmo vivo pero matizado alterna partes
directas e incisivas con otras más ambientales y relajadas, rematando con otro buen
solo de guitarra.
La más lineal “What You Take” desarrollada
a ritmo medio con unos agudos y pesados ataques de guitarra rasgando su rítmica
reiterada también cumple aunque quedando un poco por debajo de la media para
completar este buen trabajo que precisa de varias escuchas para sacarle todo el
jugo, pero que posee una calidad más que notable.
Mariano Palomo
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