(Frontiers Music)
Los dos responsables máximos de
uno de los mejores discos de debut de la historia del hard melódico, el
homónimo de Crown Of Thorns (1994),
vuelven a unir sus fuerzas veinte años después para registrar una nueva obra
que con el título de “American Trash”
y bajo el llamativo reclamo de sus apellidos se pone en circulación en estos
días. Jean Beauvoir y Micki Free se han repartido
íntegramente todas las tareas compositivas e interpretativas del disco,
haciéndose cargo el primero de las voces y buena parte de la instrumentación
(bajo, batería, guitarra, teclados), dejando casi todas las guitarras para el
segundo. Ambos consiguen un sonido reconocible y atractivo, aunque en mi
opinión menos brillante e inmediato de lo que proponían con Crown Of Thorns, otorgando más peso en
general a las guitarras y algo menos a las melodías de voz.
Así el trabajo se abre con la
potente “Angles Cry” de guitarras pesadas algo opacas aclaradas por la melódica
y poderosa voz de Jean dentro de un
ritmo lineal que se rompe con un buen solo de Micki. Se dulcifica el sonido con la envolvente melodía de “Morning
After” embaucadora con sus suaves arreglos de teclados y acústica contrastando
con unos densos riffs, que se ensucian un poco en “American Trash” el tema
título de arrastrada línea vocal y buen estribillo a lo Lenny Kravitz que acaba por ser de las más resultonas del disco,
todo lo contrario que “Whiplash” mucho más pesada y cadenciosa, a pesar de
algún buen repunte guitarrero.
Se aligera el sonido con la preciosa
balada “Just Breath” donde la voz de Beauvoir
llena de sentimiento su delicada instrumentación, aumentando notablemente el
ritmo en la pegadiza “Shotgun To The Heart” dinámica y melódica pero en
absoluto exenta de pegada rematada por otro punzante solo de Free, siendo junto a la anterior la que
más me ha recordado a Crown Of Thorns.
Vuelven a bajar el pistón con la acústica “Never Give Up” agradable pieza donde
se doblan las voces y en la que insertan de nuevo un sentido solo de guitarra,
repuntando un poco luego con la más cruda “Cold Dark December” aportando cierto
regusto setentero sin dejar de lado la melodía.
Aunque para melodía “It’s Never
Too Late” con unas voces y guitarras personales perfectamente empastadas a
medio tiempo rodeando un claro estribillo que entra sin avasallar resultando de
lo más agradable, al igual que la ligera “She’s a KO” agradable composición
ingenua y asequible. El cierre lo ponen con “There’s No Starting Over” hard
melódico bien ejecutado de voces claras y guitarras marcadas, siendo otra de
las más reconocibles para completar un buen disco, sin excesos, pero con
suficientes elementos atractivos como para poder disfrutar del mismo.
Mariano Palomo
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