martes, 3 de febrero de 2015

JORGE SALAN Presents THE MAJESTIC JAYWALKERS “Madrid/Texas”


(Rock Estatal Records)
Que Jorge Salán es un apasionado del blues es algo que hace tiempo que sabemos los que seguimos su trayectoria musical desde que hace década y media apareció en nuestra escena musical. Un sentimiento bluesero que con los años ha ido acentuándose y que, sin dejar de lado su faceta más hard rockera, por pura evolución natural sale a relucir después de ahondar en las raíces de la música y del instrumento al que el madrileño ha entregado y sigue entregando su vida. Por lo tanto, era cuestión de tiempo que nos ofreciera una grabación basada en el blues rock.
Después de la gran labor de producción y promoción llevada a cabo con su documental “No Looking Back” en el que se recoge buena parte de la intensa y ya bastante extensa carrera de Jorge, y tras haber funcionado en directo tocando blues como power trío junto a Edu Brenes (batería) y Danny Growl (bajo), ahora encuentra el hueco oportuno para regalarnos una colección de deliciosas versiones que seguramente a muchos sorprenderán, pero no tanto a los que ya hemos tenido el placer de disfrutarlas en directo.
En este trabajo, además de la impecable ejecutoria instrumental tanto de Jorge como de sus Jaylwalkers, el propio Edu, Juan Carlos Gibaja (bajo) y Pau Alvarez (teclados), me gustaría destacar la labor de Alberto Toledano que se ha encargado de grabar algunas pistas de bajo, batería y guitarra adicionales, completando una brillante producción en la que encajan perfectamente las covers que componen el CD.
En cuanto a la voz creo que Salán se encuentra más cómodo en estas tesituras más relajadas, pero también más apasionadas, parece que transmite más sentimiento, aun sin ser composiciones propias, que cuando encara temas hard rockeros, sin que esto quiera decir que en estos últimos no ponga toda la carne en el asador, simplemente creo que en esta nueva faceta le sale más natural. Pero como siempre busca la excelencia y dar un poco más, ha invitado para acompañarle en estas tareas vocales a tres cantantes de alto nivel que enriquecen el resultado final de la obra, y que iré detallando más adelante.
El disco se abre con la polvorienta y adictiva “Who’s Been Talking” blues de carretera firmado originalmente por Chester Arthur Burnett en la que Jorge despliega su depurada técnica recorriendo el mástil de su guitarra con un rollo muy eléctrico, que se prolonga en la misma línea con la tórrida “The Hunter” de Booker T. and The MGs marcando sus notas con fuerza desde el bajo de Juan Carlos, hasta llegar a la emotiva “The Thrill Is Gone” de Rick Darnell y Roy Hawkins en la que el sentimiento inunda todo con una interpretación magistral envuelta por la calidez de las teclas de Pau y con unos momentos de guitarra sencillamente estremecedores.
Tras esta primera tanda de temas nos encontramos con una sorprendente “Teacher” de Jethro Tull que rompe la senda marcada, corte más festivo y sinfónico, en el que la flauta original de Ian Anderson es sustituida por teclas y guitarra, y su voz maravillosamente suplida por la de Gema Vau (Biosfear, Retro B Soul), resultando de lo más atractivo y original. Vuelta al blues más puro con “Stop Breakin’ Down Blues” pieza del maestro Robert Johnson en la que Jorge alterna su voz con la más rasgada de Jimmy Barnatán (más conocido por su faceta de actor en “Los Serrano” y en “Torrente”) creando un vacilón dueto en el que la guitarra se inserta con un enorme feelin’ resultando de las más divertidas del disco.
De maestro a maestro y tiro porque me toca, después de Robert Johnson toca recordar a John Mayall con la insinuante “So Hard To Share” ejecutada con tino y elegancia, y luego a un tal Jimi Hendrix al que se recuerda con la nerviosa “Fire” en una versión algo aligerada que cuenta con la participación de Rebeca Rods (Black Light Gospel Choir) que le da un toque muy especial y curioso con su sensual voz que se desgarra en algunos momentos sonando como una especie de cruce entre una moderada Janis Joplin y Kate Pierson (The B52’s) creando un curioso resultado final.
El cierre no podía ser más entrañable y acertado con una enorme “The Sky Is Crying” compuesta en 1959 por Elmor James y que Salán toma prestada vía su idolatrado Gary Moore para honrarla con una interpretación a la altura de los homenajeados erizándonos la piel al sumergirnos en las raíces del blues más auténtico. Un broche de oro para 33 minutos de puro deleite musical que acaban por hacerse cortos.
En definitiva, un señor disco, variado, brillante y lleno de sentimiento que como pegas puede tener que sus composiciones no son originales y que puede pillar a contrapié a los seguidores más heavies o hard rockeros de Jorge con lo que eso conlleva de pérdida de identidad, pero que creo que sirve perfectamente para disfrutar de otra faceta de uno de nuestros mayores talentos ofreciéndonos una buena muestra de donde viene todo, porque, sin el blues sería imposible entender el rock y toda su evolución posterior, luego ya es cuestión de gustos. Yo personalmente lo he disfrutado enormemente.
Mariano Palomo

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