(Frontiers /
Mastertrax)
Cuando me enteré de la
colaboración entre Michael Sweet y George Lynch, además de sorprenderme un
poco, me pareció una gran oportunidad para ver qué tal se complementarían dos de mis músicos
favoritos. Ahora era el momento de comprobarlo con la edición de este primer
trabajo del proyecto que se completa nada más y nada menos que con el bajista James Lamenzo (White Lion, Black Label
Society, Megadeth) y con el batería Brian
Tichy (Whitesnake, Foreigner). Viendo esta alineación la cosa no podía
pintar mejor, pero la verdad es que después de repasar unas cuantas veces los
temas del disco, éste me deja un poco a medias.
En una primera aproximación me
dejó muy frío, por no decir que me aburrió bastante, aunque he de decir que
tras más escuchas le ido encontrando algún aliciente más, sobre todo por la
soberbia labor vocal de Sweet que en
mi opinión es lo mejor del disco. Y no es que el resto lo hagan mal, dudo que
lo hicieran aunque quisieran, Lynch
deja muy buenos momentos con sus solos y armonías de guitarra, y Lamenzo y Tichy cumplen más que de sobra, pero no sé, creo que una cuestión compositiva
y no le acabo de coger el punto a muchos cortes, no me suenan todo lo redondos
que sería deseable.
Y eso que empiezan bastante bien,
con un tema enganchante como “The Wish” que recuerda a los últimos Stryper dotado de gran pegada y melodía
con Michael exhibiendo poderío y
registros. Siguen en buena línea con la envolvente “Like A Dying Rose” en este
caso en clave hard sureña a lo Lynch Mob
para que el guitarrista deje buenas muestras de su clase y feelin’, que se
mantienen para, junto a sus bonitas armonías vocales, salvar en parte una
monótona “Love Stays”.
Recuperan el pulso con la potente
“Time Will Tell” de rotundo estribillo subiendo de tono en la voz principal
junto a unas sugerentes melodías de guitarra, aunque algo discontinuas en su
ritmo dejándola un poco hueca. Algo parecido sucede con “Rescue Me” buen
estribillo, coros interesantes, arreglos de órgano que le dan un rollo
setentero curioso, pero tampoco acaba de convencerme, al igual que la balada “Me
Without You” planota en su desarrollo mejorado en parte por un bonito solo de Lynch.
Mejoran con la cañera “Recover”
de ritmo alto salpicado de subidas agudas de voz y poderosos riffs clásicos
desembocando en un estribillo que golpea con fuerza y en un currado solo de
guitarra marca de la casa. Lamentablemente esto es prácticamente un espejismo,
ya que vuelven a caer en la intranscendencia con “Divine” inundada por una
lluvia de platos que eclipsa los detalles de guitarra a lo Hendrix que son lo único que rompe su monotonía. Ya no remontan
prácticamente hasta el final, con temas que me dicen poco como “September” mostrando
más intención que efectividad con su reiterada estructura estrofa-estribillo-estrofa
de nuevo con los platos demasiado altos, o como la sinuosa “Hero-Zero” en la
que sus guitarras se limitan a tener un papel casi testimonial sin apenas fuerza.
Entre medias el marcial tempo
de “Strenght In Numbers” da cabida a los
engolados tonos vocales de Sweet
insertados dentro una ambientación de teclas arabescas no demasiado lograda,
dejando para el final el tema título “Only To Rise” que, sin ser tampoco
ninguna maravilla, es más dinámico a ritmo de hard rock punzante llegando a
cierto frenetismo guitarrero en algunas fases.
En fin, que esperaba más, bastante
más, de estas figuras del hard rock, aunque tampoco hay que tirar por tierra
directamente su trabajo, a ver si siguen con el proyecto y mejoran en próximas
entregas.
Mariano Palomo
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