(Frontiers / Mastertrax)
Nuevo e interesantísimo proyecto de
Hard-Heavy Melódico el que se nos presenta de la mano del dos de las figuras
más trabajadoras y respetadas de la escena a uno y otro lado del Atlántico, el
bajista y productor alemán Mat Sinner
(Primal Fear, Sinner) y el vocalista estadounidense Russell Allen (Symphony X, Adrenaline Mob, Allen-Lande), una pareja
que según parece llevaban flirteando algún tiempo y que ahora consuman su
idilio en forma de CD.
Para la materialización de la
docena de composiciones que integran este primer capítulo de Level 10, que así es como han tenido
bien en llamar a la criatura, Sinner
y Allen han contado con la brillante
y competente participación de algunos buenos compañeros en otras aventuras
musicales, comenzando por los guitarristas Alex
Beyrodt (Voodoo Circle) y Roland
Grapow (Masterplan) que nos dejan momentos realmente espectaculares a lo
largo del disco. Para acompañar a Mat
en la base rítmica han ido a lo seguro haciéndose acompañar en la batería por
su colega en Primal Fear Randy Black,
completándose la alineación con Alessandro
Del Vecchio, teclista de guardia de Frontiers. Además en distintos pasajes
del trabajo hay contribuciones de Amanda
Somerville, Ralf Scheppers, Mangus Karlsson o Carsten Schulz entre otros.
Con estos genes el vástago tenía
que salir bueno, y así ha sido, con composiciones van del power melódico al
hard rock clásico, pasando por el heavy metal más afilado, siempre con las
melodías tanto vocales como instrumentales tremendamente cuidadas. A estas
alturas creo que sobra descubrir a Russell
Allen, pero no está de más destacar su inmensa categoría como vocalista,
sin duda de lo mejorcito en los últimos años, volviendo a dar muestras de ello bien
secundado por los invitados antes mencionados. Su interpretación en la vigorosa
“Cry No More” que abre el disco es puro poderío dentro de una estructura hard
rockera de logradísimas y potentes melodías de guitarra completadas por unos
acertados toques de órgano, y donde me da la sensación que mucho tiene que ver
el gusto por este tipo de sonidos de Alex
Beyrodt, recordando una barbaridad a sus Voodoo Circle, o a los mejores Pink
Cream 69.
Inmejorable forma de comenzar
atacando a todo ritmo para luego bajar
un poco de revoluciones con la cadenciosa “Soul Of a Warrior” que aunque más
densa mantiene una intensidad y calidad magníficas con un estribillo reiterado
que se alza sobre sus guitarras pesadas recordando a Black Sabbath con Tony
Martin, al igual que sucede en la tenebrosa “Blasphemy” más áspera y
agresiva, o en la más épica “Voice Of The Wilderness” donde resaltan sus juegos
vocales rematados por unos evocadores coros.
El influjo Primal Fear se deja notar en la asequible “No Turning Back” que
vuela sobre sus trabajadas guitarras, acentuándose aún más en “Demonized” siendo
ambas de las más directas del disco junto a “Scream and Shout” con un efectivo toque
power made in Grapow, y a clara “Last
Man On Earth” que entra bien martilleando con su estribillo coreado. Aportan
algo más de dramatización a la virguera “The Soul Is Eternal” que sin ser de
las más rápidas y ni mayor pegada si es de lo más expresiva sobre todo por su
espectacular melodía vocal y de guitarra, como ocurre en la poderosa final “Forevermore”
con una nueva exhibición de clase.
Se completa el trabajo con la
hard melódica “One Way Street” adornada por unas originales percusiones que encajan dentro de una envolvente
ambientación rota por un punzante solo de guitarra, y con la melancólica “All
Hope Is Gone” el corte más lento y suave, algo plano, mejorado de nuevo por
otro buen solo de guitarra.
Disco recomendable, muy bien elaborado
y ejecutado que, a pesar de algunos momentos un poco espesos, debería
satisfacer a los seguidores de sus creadores, conmigo al menos lo han
conseguido.
Mariano Palomo
No hay comentarios:
Publicar un comentario