(The Fish Factory)
Los cinco junto al productor Leo Peña han logrado dar forma a una
elaborada y cuidadísima obra que presentan en a modo de ópera en tres actos, con
cuatro escenas cada uno de los dos primeros y una más extensa el tercero, amén
de los correspondientes prólogo, interludio y epílogo. Todo esto perfectamente
reflejado en su libreto con un completo desarrollo con las letras en inglés de
los temas que lo componen pero con explicaciones en español para comprenderlo
mejor y con los títulos de las escenas en italiano quedando realmente completo
y original.
Aparte de toda su estructura
formal, cada uno de los cortes puede defenderse de manera independiente, sin
tener por qué seguirse todo el disco de seguido aunque es mejor hacerlo así y
con el libreto en la mano para sacarle todo el jugo, resultando de lo más
entretenido e interesante. Comenzando por “Breshit” prólogo con el título
también en hebreo, que a modo de intro de piano y voz susurrante que da paso a
la primera escena del primer acto “Memories” (Il Dubbio e la Tristeza), pieza
de ritmos progresivos melódicos entrecortados en la que brilla la voz de Yon rodeada de acertados arreglos de
guitarra y teclados.
Pasamos a la segunda escena con “Why”
(L’Abbandono e il Lamento) con las teclas de Muriel en un tono más sinfónico pero con unos ataques vocales más
fieros y graves con la participación de Ann
Rodella, que repite en un tono más relajado a continuación en la breve escena
tercera “Tales of the Sea” (Il Suicidio e L’Incantesimo) suave y evocadora
antes de desembocar en la rotunda escena cuarta “Darkside” (Il Patto e la
Morte) con Emilio y Gonzalo luciendo pegada sobre la que se
alternan acertadamente guitarras punzantes y teclas orgánicas para cerrar el
primer acto.
Un sonido de órgano que se
prolonga durante dos minutos en clave monacal con el “Aria” (Interludio: La
Reincarnazione) que precede al segundo acto que se inicia con la quinta escena “Stormrider”
(Il Rapimento e la Separazione) enganchando tormenta y truenos con un ritmo
vivo de sonido hard clásico a lo Purple
lleno de energía e intención creando de nuevo intensas réplicas entre órgano y
guitarra siendo el tema más directo del disco, seguido por la sexta escena “Break
of Dawn” (La Lotta e Il Sacrificio) más heavy pero con un deje instrumental progresivo
y barroco que la enriquecen marcando además con fuerza su estribillo a golpes
de voz, relajándose de nuevo en la breve y melancólica séptima escena “A
Million Years of Solutide” (La Solitude e la Speranza) piano y cálida voz junto
a unas delicadas pero sólidas base y guitarras, antes de llegar a la última
escena del segundo acto “Last Stand” (La Supplica e la Perseveranza)
recuperando un ritmo atemperado entre el que se balancean riffs pesados,
melodías vocales, teclados orgánicos y sintetizados dentro de un sonido
puramente progresivo.
El Tercer Acto está integrado
únicamente por la novena escena “Echoes of Eternity” (Il Reincontro e L’Unione
Finale) desarrollada con gusto de forma sugerente y misteriosa rodeando de
melodía y clase su interpretación desembocando en una parte flamenca con las
palmas de Raúl Rivas acompañando una
magnífica instrumentación logrando una fusión llena de encanto que remata con un repunte rítmico más
progresivo lleno de matices y colores recordando a sus vecinos malagueños Alhandal, antes de cerrar
definitivamente con un mínimo epílogo.
Remate final para un gran disco que
demuestra una vez más el gran nivel de muchos músicos españoles capaces de realizar
trabajos tan buenos como este que poco o nada tienen que envidiar a los de
fuera.
Mariano Palomo
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