(Frontiers Music)
Ahora, y tras recuperar el pulso
y las sensaciones con sus fans más tradicionales, nos ofrece otro buen trabajo
de puro A.O.R. lleno de calidad y nivel aunque algo ensombrecido por una
producción que no acaba de convencerme y que ha correspondido a un Daniel Flores que también se ha
encargado de grabar teclados y batería. Además de Flores y de Hess completa
el trío titular Michael Palace que
ha sido quien ha registrado bajos y guitarras en el disco, amén de un
importante elenco de vocalistas (Darren
Smith, Alessandro Del Vecchio, Nigel Bailey o Angelica Rylin) apoyando en tareas corales.
Los temas muestran un gran
cuidado a la hora de su elaboración, con unas guitarras nítidas que compiten en
brillantez con unos teclados también importantes resaltando sobre una base
rítmica algo menor pero lo suficientemente solvente, todo ello para que Hess desarrolle su labor vocal con la
clase y emotividad que acostumbra. Así empezamos a comprobarlo con “Love Runs
Free” en la que los teclados se imponen ligeramente a las guitarras en su
creciente desarrollo con un punto insinuante dentro de un ritmo atemperado pero
sólido. Ritmo que aumenta en la más intensa “Love Gets Throuh” con un claro estribillo perfectamente recordable y
con las guitarras más protagonistas incluyendo un buen solo del invitado Francesco Marras que repite en “She Is
Getting Away” rodeada del encanto de unos teclados más pomp y de unas
fantásticas melodías de voz.
Melodías llenas de calidez que
inundan la intimista “Still Pretending” con ese punto atormentado marca de la
casa, subiendo una marcha con “Broken” en clave más actual y descarnada
repuntando con fuerza en su estribillo, volviendo a relajarse un poco en la
embaucadora “Kharma” envolviendo de voces y suaves teclados sus tímidas
guitarras.
Más brío y llegada con la potente
“Pedestal” con la guitarra de Palace
muy marcada junto a un estribillo clarísimo, y con la animada “Minuite Of Your
Time” otra con estribillo recordable entrando con poderío desde su sólida
melodía vocal quedando bastante resultona, al igual que la sugerente “December
Rain” de menor ritmo pero con mucha intención en sus juegos vocales repuntando
sobre una instrumentación más discreta, como sucede en la lenta “Weigh Me In”
bonita y personal pero un tanto lineal.
El cierre lo pone el intenso
medio tiempo que da título al disco “One Step Over The Line” con la voz de Hess áspera y melódica dentro del
predominio de teclados roto esporádicamente por incisivas inserciones
guitarreras. Final correcto para un buen disco que, como indicaba al principio,
ganaría bastantes enteros con una producción más lograda.
Mariano Palomo
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