(AFM)
Después de la
inexcusable intro (eso tampoco ha cambiado) se suceden diez cortes, todos en la
tónica habitual, ese power casi enervante. Con esos inconfundibles coros y el
mismo tipo de temas de siempre, directos, sencillos y sin complicaciones, todos
en torno a los cinco minutos. El que da título al trabajo, “Titancraf” es uno
de los mejores, muy cañero y con esa temática de ciencia-ficción marca de la
casa, sonidos de rayos láser incluidos. “Way Of The Blade” pese a ser una buena
canción, pasa un poco desapercibida al estar incrustada entre dos de las más
destacables, la ya mencionada “Titancraft” y el canto a la esperanza “Seize The
Day”. “Gunsmoke”, y “Beyond The Horizon” son un poco más pausadas pero ambas
convencen gracias a sus eficaces estribillos. “The Sun Won´t Rise In Hell” en cambio,
es una de las más flojas e insulsas.
Con “Strike Down The
Tyranny”, de título más que elocuente, se recupera la velocidad y el sabor de
siempre. La pesada “Brother In Arms” otra
vez corta un poco la escucha. Tampoco es demasiado buena, la estropea el
estribillo demasiado largo. A continuación viene un medio tiempo, casi balada,
“I Surrender”. El último corte es de los de toda la vida, “Rebelluis”, con ese
ritmo galopante que hemos escuchado en tantas composiciones a los largo de las
casi dos décadas de historia de la banda. Aunque este disco sea un digno
sucesor de sus predecesores, no podemos decir que sea ni mucho menos el mejor
trabajo del Salvador de Hierro.
Al no disponer todavía
de las letras no podemos estar seguros de cómo transcurre la historia del Iron Savior. Tras encontrar la Tierra
devastada en “The Landing”, en “Rise Of The Hero” emprendía un nuevo
viaje, esta vez llegando a alcanzar los límites del tiempo (“From Far Beyond
Time”). Pero debía volver a la realidad al percibir la llegada de una nueva
amenaza (“Firestorm”), a la que se enfrentaba en “Thunder From The Mountains”.
Por desgracia, hace muchos años que Sielck
dejó de poner tanto detalle en las andanzas del Salvador de Hierro, dejando gran parte a gusto de la imaginación
del oyente. Por lo que hemos podido entender por la simple escucha, Piet y compañía siguen hablando de otras temáticas a la vez que meten alguna
canción que va continuando las aventuras de la nave ciborg. No estaría nada mal
que en un futuro nos ofrecieran de nuevo un CD dedicado en exclusiva a las
historias del original personaje.
Nacho
Jordán
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