jueves, 18 de febrero de 2016

MONSTER TRUCK “Sittin’ Heavy”


(Mascot Records)
Los aguerridos rockeros canadienses Monster Truck empezaron a hacerse notar a principios de la presente década con la publicación de par de EPs a los que hace dos años y medio sucedió su primer larga duración “Furiosity”, que ahora tiene continuidad con este “Sittin’ Heavy” a través del cual he podido conocerles. Un disco que, sin saber el origen de la banda, uno automáticamente lo ubica bastante más al sur de su Hamilton (Ontario) natal, ya que recoge sonidos propios del rock setentero y sureño estadounidense, con algún toque blues o stoner más actual.
Independientemente de su nacionalidad estos cuatro chicos son capaces de sonar más que competentemente, desde las pesadas y versátiles guitarras de Jeremy Widerman, hasta los acertados detalles de teclado de Brandon Bliss, sosteniéndose todo sobre una compacta base rítmica de la mano del batería Steve Kelly y del bajista Jon Harvey que destaca tanto en esta labor como en la de cantante comandando a esta buena formación con una voz cruda y profunda pero bastante limpia.
Y empieza a hacerlo desde la áspera y resultona “Why Are You Not Rockin’” de alta distorsión, marcada pegada y alto ritmo con aires stoner setenteros, que se atemperan seguidamente en la más blues “Don’t Tell Me How To Live” con unas guitarras más profundas acompañando su cavernosa pero clara melodía vocal. Se adentran en terrenos más sureños con la sinuosa “She’s a Witch” enriquecida con unos buenos detalles de órgano y pandereta y con una de las aportaciones corales más destacadas del disco, siguiendo por esta senda pero con un ritmo más alegre algo country en la positiva “For The People” con unas destacadas armonías vocales y unos polvorientos aportes de slide, antes de suavizarse bastante con la intensa “Black Forest” con unos suaves acordes de órgano arropando el sonido más pesado de guitarra y la expresiva interpretación vocal de Jon.
Recuperan cierta distorsión stoner en la densa “Another Man’s Shoes” algo aligerada por su envolvente melodía vocal y de nuevo por los teclados de Brandon, que ceden el protagonismo a las guitarras de Jeremy que resultan más dinámicas dentro del ritmo vacilón de “Things Get Better”, subiendo el tono festivo en la más actual “The Enforcer” marcada por sus redobles, coreos y  palmas pegadizas a lo Jet aunque con unas guitarras más pesadas y con unas tesituras vocales más agresivas que las de los australianos.
Baja el ritmo notablemente con la cadenciosa “To The Flame” que me ha resultado bastante pesada con una mezcla de blues lento y stoner que no me ha convencido, mejorando con la más hard “New Soul” sobre todo por su punzante y original sonido de guitarra rasgando una contundente base rítmica. En el final nos dejan “Enjoy The Time” una balada en clave sureña dondee la calidez de guitarra y teclados encaja perfectamente con la sentida voz de Jon que en este tema me recuerda algo a la Danny Bowes (Thunder) y, por ende, a la de Paul Rodgers (Free, Bad Company). Buen cierre para un disco interesante y bien ejecutado enraizado en el rock americano, pero con los pies en el siglo XXI.
Mariano Palomo

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