jueves, 18 de febrero de 2016

LAST IN LINE “Heavy Crown”


(Frontiers Music)
Bajo el significativo nombre de Last In Line se agrupan tres de los músicos que coincidieron con Ronnie James Dio en el mejor momento de su carrera, Vivian Campbell (guitarra), Vinnie Appice (batería) y el triste y recientemente fallecido Jimmy Bain (bajo), junto al vocalista Andrew Freeman (ex Hurricane). Los cuatro llevan a cabo la encomiable y complicada labor de intentar recuperar la esencia del sonido que Dio nos dejó en su maravillosa trayectoria musical, y por momentos lo consiguen, pero el resultado final creo que es cuando menos irregular o, al menos, no todo lo brillante que cabría esperar de una alineación instrumental de tantos quilates y de un cantante que sin ser excesivamente conocido cumple bastante bien aunque lógicamente a una considerable distancia del carisma y la clase de Ronnie.
Y no es que los temas no recuerden a los del maestro, en su base rítmica sobre todo son perfectamente identificables tanto Appice como Bain, incluso hay pasajes de guitarra de Campbell nos llevan a los tiempos de “Holy Diver”, “The Last In Line” o “Sacred Heart” en los que participó, pero el caso es que los temas no acaban de ser lo redondos que debieran, resultando por lo general demasiado pesados y espesos, echo en falta la chispa y el carisma de aquellos gloriosos inicios ochenteros, sonándome más a la última etapa de Dio que desde “Dream Evil” no volvió a sacar un disco que realmente acabara de llenarme.
En cualquier caso lo primero es reconocer siempre el esfuerzo y agradecer el detalle, logrando momentos bastante interesantes como con la sencilla y asequible “Martyr” que engancha con su ritmo cabalgante, su marcado riff central y su incisivo solo además de por su buena melodía de voz, consiguiéndolo de nuevo en la rabiosa “I Am Revolution” con el bajo de Bain marcadísimo junto a unos buenos redobles antes de atacar con un poderoso estribillo que se clava con fuerza resultando de lo más contagiosa, al igual que la cañera “Already Dead” de nuevo con un estribillo claro y rotundo.
Funcionan también, aunque en menor medida, la entrecortada “Burn This House Down” con la batería de Appice perfectamente reconocible al igual que la guitarra de Campbell, o en la inicial “Devil” más cercana a la etapa Sabbath con esa inconfundible cadencia rítmica marca de la casa, que se densifica en “Starmaker” acelerada en su tramo final por un incendiario solo de guitarra, oscureciéndose en “Blame It On Me” con un punto angustioso en su interpretación vocal, o en la más lenta y monótona “Curse The Day” salvada un poco por el trabajo de guitarra.
En el tramo final “Orange Glow” recupera el pulso rítmico pero sin acelerar demasiado con una sinuosa ambientación más hard cercana a Lynch Mob, banda en la que también estuvo brevemente Freeman, para caer definitivamente con la envolvente “Heavy Crown” que amaga con repuntar pero no acaba de hacerlo, antes de cerrar definitivamente con la igualmente pesada “The Sickness” que va cogiendo algo de fuerza y velocidad en su desarrollo pero sin excesos. Una pena en definitiva que un proyecto con tan buenos mimbres y tan buena intención se me quede tan a medias, tendremos que quedarnos con la intención y el homenaje al que desgraciadamente tenemos que unir a Jimmy Bain que donde quiera que esté seguro que ya está compartiendo otra vez buenos ratos de música con Ronnie James Dio, mejores que los que nos han dejado con este disco.
Mariano Palomo

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