(Ear Music)
Los que no se hicieron en su
momento con la edición limitada del disco “Can’t
Slow Down” (2009) de Foreigner,
tienen ahora la oportunidad de disfrutar del directo de grandes éxitos que lo
acompañaba. Registrado el 26 de noviembre de 2005 en Las Vegas, como su título
indica, recoge los grandes éxitos con la que la banda se hizo mundialmente
famosa a finales de los setenta y principios de los ochenta.
El sonido es francamente bueno,
todos y cada uno de los miembros de la banda suenan fantásticamente bien, con
una solidez y compenetración casi sorprendentes teniendo en cuenta que era uno
de los primeros conciertos en los que Kelly
Hansen (ex Hurricane) se hacía cargo
de la voz, pero ya diez años después podemos asegurar sin temor a equivocarnos
que no podían haber encontrado un sustituto mejor para el legendario Lou Gramm. También era prácticamente el
bautizo en directo de la base rítmica del grupo formada por Jeff Pilson (ex Dokken, War &
Peace) al bajo y Jason Bonham (ex
UFO, Airrace, Virginia Wolf) a la batería y actualmente fuera del grupo
sustituido por Brian Tichy primero y
por Chris Frazer ahora mismo. Por lo
tanto como único miembro original del grupo permanece el incombustible
guitarrista Mick Jones que desde
entonces parece estar viviendo una segunda juventud, relanzando la carrera de Foreigner junto a los músicos ya
citados y al multinstrumentista Tom
Gimbel (ex Aerosmith) que toca guitarra, teclados, saxo y flauta, y al
teclista Jeff Jacobs cuyo puesto
ocupa desde 2008 Michel Bluestein.
Una vez puestos en antecedentes
sólo queda desgranar el track list de este cd que se abre con “Head Games” algo
amortiguada pero con ese brillo y clase enormes de una formación top. “Cold As
Ice” con su teatralidad en los teclados, sus armonías vocales y su envolvente
estribillo sigue con el nivelazo, refrendándolo con la deliciosa “Waiting For a
Girl Like You” que te atrapa sin darte cuenta con su intenso romanticismo.
Más enérgica resulta “That Was
Yesterday” con ese aire sinfónico en las teclas pero con una tremenda pegada
creando un desafiante clima dramático que se prolonga en “Blue Morning, Blue
Day” con un Hansen pletórico
destilando pasión interpretativa, que se aligera para la más rockera y
provocativa “Dirty White Boy”, con esas alternancias vocales en su estribillo
que la enriquecen sobremanera. Pasamos el Ecuador del disco con el delicado
sinfonismo de “Starrider” en la que Gimbel
se explaya con un despliegue instrumental, flauta incluida, rodeado por una bucólica
ambientación.
Vuelta a ritmos más rockeros con
una inconmensurable “Feels Like The First Time”, iluminada por unos magníficos
diálogos de guitarra y teclados, que se prolongan en el inicio de la inmensa “Urgent”
que vuelve a ser una clase magistral de fuerza y seducción, de nuevo con Gimbel enorme en esta ocasión con ese
saxo que se mete por derecho como una de las mejores interpretaciones de la
historia del rock.
No menos intenso resulta el tramo
final con un acertado medley de “Jukebox Hero” y “Whola Lotta Love” de Led Zeppelin en el que sobre la melodía
y el peso compositivo de la primera insertan con acierto un fragmento de la
segunda con un pedazo de solo de guitarra intermedio haciendo que sus casi
nueve minutos de duración no se hagan en absoluto largos. También estiran un
poco la balada por excelencia del grupo y una de las más pinchadas de la
historia de la música “I Want to Know What Love Is” siempre elegante y
apasionada con el público coreando entregado su estribillo, para cerrar
definitivamente con una poderosísima “Hot Blooded” en la que las guitarras
echan humo al son que marcan con rotundidad Pilson y Bonham, ambos
también espectaculares en los coros durante todo el disco.
No es nada nuevo, es simplemente
una edición separada de un directo que ya salió como extra en una edición
especial hace seis años, pero sigue siendo una absoluta gozada volver a
disfrutar de unos temazos tan enormes de una banda tan enorme como Foreigner. Eso sí, no estaría de más
que no tardando mucho nos ofrecieran nuevas composiciones para ver cómo andan
de creatividad últimamente que sólo a base de directos y recopilatorios, aunque
sean tan buenos como este, no nos pueden tener.
Mariano Palomo
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