(Frontiers / Mastertrax)
La pareja Scheepers–Sinner sigue dando buenos frutos en forma de disco con la puesta en circulación de su décima entrega en estudio bajo el título de “Delivering The Black”. Un disco que por momentos nos devuelve a los Primal Fear más afilados y crudos de sus inicios, pero que sigue mostrando la progresiva evolución hacia composiciones más elaboradas de los últimos tiempos flirteando con el metal gótico. Así el tema de apertura “King For A Day” es puro heavy metal clásico donde las guitarras de Alex Beyrodt y Magnus Karlsson echan humo descerrajando pesados riffs y nítidos solos que se clavan sobre su sólida estructura para que Ralf Scheepers siga mostrando su gran nivel vocal sin necesidad de llegar a agudos imposibles.
Una marcha más para la acelerada “Rebel Faction” con Randy Black machacando su batería con precisión y poderío para, ahora sí, encontrarnos con algún agudo de esos que nos deja el ex Gamma Ray de vez en cuando recordándonos a los mejores tiempos de Halford, contribuyendo a un sonido muy “Painkiller”, que desaparece a continuación para encontrarnos la pesada cadencia de la extensa “When Death Comes Knocking” en la que crean una espectacular ambientación con sus evocadores tonos medios adornados por unos esporádicos aportes de sitar. Esa misa onda pero con un toque más lírico la encontramos en la más larga aun “One Night In December” rítmica y envolvente pieza que durante más de nueve minutos va alternando punzantes ataques guitarreros con delicados pasajes de piano, todos ellos creciendo alrededor de un gran estribillo melódico.
Motivación es lo que desprenden la clásicamente teutona “Alive & On Fire” de incisivas guitarras dobladas y pegadizos coreos rotundos e hímnicos ideales para el directo, la directa “Never Pray For Justice” sencilla y eficaz con unas buenas melodías de voz y guitarra redondeadas por un virtuoso solo, o la convincente de ritmo más power “Inseminoid” que con su ritmo alto engancha dejando también buenos detalles técnicos.
Más crudeza primigenia para la reconocible “Delivering The Black” donde se dejan notar los secos coros de Mat Sinner dentro de su rítmica estructura rota por un arrogante estribillo marca de la casa suavizado por algunas melodías de guitarra, que se recrudecen en la poderosa “Road To Asylum” con un punto más de melodía épica en la voz de Scheepers, que en un tono más profundo comparte protagonismo vocal con el discreto contrapunto lírico en segundo plano de Liv Kristine (Leaves’ Eyes) para la power ballad “Born With A Broken Heart” compacta y salpicada de detalles de guitarra y teclados que la adornan con clase.
Un buen disco en definitiva con el que Primal Fear recuperan algunos elementos de sus inicios, pero sin olvidarse de sus entregas más recientes, redondeando un trabajo variado e interesante.
Mariano Palomo
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