(Music Theories Recordings / Mascot Label Group)
Mucho tiempo hacía que le había perdido la pista al hacha norteamericano Bruce Bouillet, un señor que se dio a conocer a mediados de los ochenta en Racer X junto a otro monstruo como Paul Gilbert (Mr. Big) y a los tampoco mancos Jeff Martin (M.S.G., Badlands), John Alderete (The Mars Volta) y Scott Travis (Judas Priest), con los que grabó el maravilloso “Second Heat” y sus dos posteriores directos “Extreme Volume I & II”. Luego se involucró en el proyecto The Scream al que puso la voz John Corabi (ex Motley Crue) y que nunca me llegó a convencer, por lo que a partir de entonces y salvo por las incursiones en un par de discos en solitario del propio Gilbert de finales de los noventa, no tengo recuerdo de haber vuelto a escuchar Mr. Bouillet.
Este supone ya su tercer disco en solitario y, aunque desconozco el nivel y la línea de los anteriores, el caso es que me ha gustado bastante, algo que no me suele suceder habitualmente con los discos instrumentales de guitar heroes, pero no sé porque esté sí que lo ha hecho. Mucho tendrá que ver en ello su típico sonido ochentero virtuoso y melódico de la factoría Varney, aunque con algunos matices, recordando inevitablemente a los primeros tiempos de gente como Joey Tafolla, Vinny Moore, Jason Becker, Marty Friedman o Tony McAlpine.
Seguramente el hecho de que Bouillet estuviera en su momento a la sombra de estos mitos de las seis cuerdas, puede que marcara su trayectoria pasando más desapercibido, pero no cabe duda que es capaz de mostrar un nivel y un talento más que notables, además consiguiendo redondear unas composiciones lo suficientemente dinámicas y versátiles como para no resultar monótono. Así la apretura con “Blind As We Watched” resulta de lo más atractiva, técnica e intensa composición en la que dureza y melodía maridan con gusto.
A continuación “Deafening” es un corte más progresivo en el que sus insinuantes acordes de inspiración oriental nos llevan a tierras lejanas con gusto y calidad, a la que contribuye en buena medida el gran Glen Sobel (Alice Cooper, Impellitteri, Paul Gilbert) a la batería dando una clase de percusión, bien complementado por el bajista Dave Foreman, que toma mayor protagonismo marcando el ritmo a medio tiempo en la evocadora “Seeing Through” salpicada de preciosistas detalles de guitarra, que se suavizan aun más en la misteriosa “Giving Up The Ghost” delicada y expresiva pieza con toques de soft jazz.
Cambio de trayectoria con la breve e inquietante “A Grand Reserval” que deja paso a la extensa y más progresivamente heavy “Defiant” que a base de cambios de ritmo y matices consigue ser una de las destacadas con sus fraseos, breaks y escalas, que desaparecen en el intranscendente interludio “A One Minute Warning” al que sucede la nuevamente intensa “The Order Of Control” con un sonido más actual en la distorsión pero clásico en arreglos y melodías resultando potente y dura sin saturar.
Se rallan después con “Crowd Control” otra breve y densa andanada que da paso a “The Manipulators” de escaso ritmo pero gran compacidad que me recuerda a unos Racer X ralentizados marcando cada una de sus notas con precisión pero sin demasiada chispa, que reaparece sucintamente en el virguero minuto de “Breaking The Barrier” precediendo al ecléctico medio tiempo “Akiko” que en clave relajada y salpicado de adornos acústicos pone el cierre a este “The Order Of Control” que supone para mí un agradable el reencuentro que este buen músico que esperemos que siga dejándonos más discos como este y pueda llegar a más público.
Mariano Palomo
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